Contra Nuestras Reglas

Capítulo XXXIV- San Diego y locuras

Me desperté y estiré el brazo para coger mí móvil, pero mi mano chocó con una superficie dura.

Abrí un ojo.

Mierda

Era Ethan, y me había quedado dormida después de nuestra sesión de sexo. Que se estaba haciendo casi una costumbre. Sonreí, quién me lo hubiese dicho hacía unos años.

Se me borró la sonrisa en cuanto me acordé de la noche anterior, me había llamado fría.

Había escondido los recuerdos de ello, pero Garrett también me había sacado a colación eso alguna vez. Pero eso era porque me había puesto los cuernos y yo, como gilipollas, lo había perdonado.

¿Verdad?

Joder, ya había perdido el buen humor.

Me levanté sin hacer ruido y fui a mí habitación atravesando el baño con una camiseta que encontré como única vestimenta, benditas puertas que estaban comunicadas.

Me tumbé en la cama cerrando los ojos, eran las 8 de la mañana y me moría de sueño.

Aunque no llegué a dormirme del todo.

Y en mí cabeza solo estaba una cosa.

(...)

Estaba haciendo la maleta para San Diego, nos iríamos en 2 horas para llegar allí a cenar.

El viaje duraba unas 2 horas así que Jess y yo nos turnaríamos para conducir. Cuando se trataba de un trayecto de más de media hora, Jess ya le cogía tirria a conducir. Aunque probablemente conduciría yo el viaje entero.

Llegamos bastante tarde para cenar, encontramos un restaurante en el que todavía servían cenas para llevar. Era un japonés, el restaurante favorito de Jess, aunque a mí no me emocionaba especialmente la comida asiática.

Jess pidió sushi y ramen, y yo pedí bentō, que son pequeñas raciones de comida organizadas en una caja de madera.

Decidimos salir a Speed, una discoteca en la que siempre lo pasábamos bien. Además, conocíamos bastante bien a dos de los camareros.

Vimos a un grupo de chicos algo más mayores que nosotras y decidimos quedarnos con ellos. Ellos nos integraron genial y acabamos haciéndonos mil fotos y vídeos.

- ¿La subo?- preguntó Jess, estábamos viendo una foto en la que salíamos Jess y yo con todos los chicos haciendo el bobo

- Por mí bien

No sabíamos dónde nos estábamos metiendo.

(...)

Al día siguiente aunque nos levantamos a la hora de comer, no hacía ni 6 horas que nos habíamos acostado.

Fuimos al supermercado a hacer la compra para ese tiempo y acabamos comiendo bastante tarde.

Decidimos ir a pasar las horas que quedaban de sol en la playa, solo teníamos que bajar unas escaleras que había detrás de la casa.

- Creo que ayer le dimos el número a alguno de los chicos- dijo Jess cuando empezaron a soñar nuestros móviles sin parar- nos estará pasando las fotos

- Voy a ver nuestras caras- dije estirándome para alcanzar mi móvil- Ostias ¿Qué storys subimos ayer? Creo que Ethan y Ryan están aquí

- ¿Que cojones...?