29

18 1 0
                                    


Siempre me pregunte a mí misma que se suponía estaba mal conmigo. Son casi las 15, estoy despierta de las 4 am. Me siento sola y vacía. Hay una cierta cosa ilógica que tenemos los humanos y es esa habilidad de sentirnos solos aun cuando estamos rodeados de personas. Sintiendo un interminable ciclo de crisis, vacíos existenciales y peleas arrasadoras con nosotros mismos. Que, casi de una forma inconsciente nos arrastra cada vez más profundo. Yo sigo pensando en que no me encuentro. Y últimamente no puedo dejar de sentirme más vacía y decepcionada de lo que habitualmente me siento, más mal de lo que debería. Siento todo es nulo e inútil. Me quede pensando en porque me estaba esforzando tanto también por personas para las cuales verdaderamente nunca signifique nada, y la respuesta era clara, estaba frente a mis ojos, pero no había querido verlo.

Quiero saber, ¿Qué significa que seamos suficiente? Porque toda mi vida me sentí contrariada por aquella pregunta, aun habiendo hecho todo para serlo ¿Por qué siempre estamos buscando sobrepasar y cumplir las expectativas de los demás? ya sea por aceptación, por desear que quizá ese alguien nos vea, o saber que quizá hay alguien que puede sentirse orgulloso de nosotros aun cuando nosotros no podemos por nuestra sobre exigencia constante. ¿Por qué siempre nos enseñaron a luchar por cumplir las expectativas de los demás, antes de enseñarnos que no hay  expectativas que llenar más que las nuestras? ¿Por qué se supone que no podemos ser suficientes si no cumplimos con lo que se supone esta impuesto? Intentar alcanzar desesperadamente a costos altos ser suficiente para una persona ajena a nosotros, cuando ni siquiera a veces nos alcanzamos a nosotros mismos porque nunca podemos alcanzar dichos estándares que constantemente nos obligan a sentirnos menos, o no ser merecedores de ¿?...

En esta búsqueda implacable e interminablemente agotadora de saber quiénes somos y a que venimos al mundo y, ¿Qué nos vean merecedores? si nadie conoce nuestro interior y cuales batallas pasamos antes de llegar, ¿Por qué nadie nos dice que somos más que suficientes? No sé, a veces que aprender de quedarme sola en la cama hasta después de las 4 am, sintiéndome más vacía y frustrada que nunca, porque aún no logro ser suficiente ni siquiera para mí, porque siempre hay alguien que no deja de recordarme que aún me falta más, siempre falta más. Sintiendo que en este camino de introspección estoy más perdida que el día que me plantee a mí misma que estaba perdida, y que necesitaba encontrarme. Pero no quería mis versiones viejas, esas que estaban más rotas que la de ahora. Paulatinamente las cosas van mejorando, y lucho porque así sea y a veces me siento bien, otras no quiero ni siquiera existir, trato de cuestionarme lo más que puedo, pero a veces me confunde un poco más. A veces yo me confundo a mí misma un poco más.

Me levanto de la cama y me dirijo a la cocina a prepárame de desayunar mientras mi gata juega con mis pies. Miro mi alrededor y tengo todo lo que supone que una chica de 23 espera para ser feliz, pero no lo soy. Y ahí es cuando me duele haberme esforzado e intentado cambiar por personas que no lo merecían. Pero se siente tristemente bien poner al fin las cartas sobre la mesa, sin miedo y entender que nadie en este momento vale lo suficiente como para ser merecedor de todo lo que me ha costado ser y seguir. Es cuando entiendo que no tengo que mejorar por nadie más que por mí, porque yo lo merezco. Ojalá alguien nos hubiese dicho desde el inicio que somos merecedores y que no hay nada malo en nosotros, dejarnos de culpar por las carencias de los demás que hacen que nos sintamos constantemente insuficientes, porque no, no son nuestra culpa las carencias ajenas que reflejan en nosotros, y está en nosotros que elijamos hacer con todas las veces que nos han hecho sentir insuficientes o desechables, o que no éramos merecedores de. La persona correcta nos va a hacer sentir suficientes sin importar cuan rotos podamos estar, la vida a veces nos destruye de maneras que difícilmente podemos volver reconstruirnos, pero eso jamás va a ser un defecto. 

Mientras me encuentro.Where stories live. Discover now