51. Segunda Cita

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Después de la coronación de Ben muchas cosas pasaron. Tomo las riendas de su reino a muy temprana edad así que su vida de adolescente cambio mucho. Mientras sus mejores amigos asistían al torneo de torney y salían a ver películas el quedaba en una oficina con su padre diciéndole que debe hacer y cómo debe hablar con el consejo.

La conversación se tornó aburrida y no miraba al ex rey a los ojos, la fotografía de su novia se le hacía más interesante.

¿Cómo esta chica de ojos verde se metió en su corazón y mente? No sólo fue por un hechizo como muchos creían, antes de conocerse en personas ya se habían visto, una vez en un sueño.

Tiene el vivo recuerdo de esa montaña en ruinas, ese río que mojaba sus pies y la cabellera morada que estaba a lo lejos, era Mal. Podrían llamarlo loco pero tal vez estaban destinados a estar juntos — Ben qué opinas - lo sacaron de sus pensamientos — CinderellaBurg necesita una respuesta rápida

— Si lo haré luego papá - se levantó para tomar su celular y cartera — Nos vemos.

A pesar de ellos gruñidos de su progenitor siguió el camino hasta la preparatoria.

Mal ayudaba a Evie con sus próximas entregas, era su maniquí viviente.
Se quejó — Eso duele Evs

— Discúlpame, no me fijé - seguía siendo principiante en todo esto de las agujas por ello pinchaba a su mejor amiga algunas veces — Carlos no sé queja

La pelimorada hijo los ojos — Nunca lo pinchas - comenzaba a pensar que se venga a por la broma de la semana pasada.

Tocaron a su puerta y quién tuvo que abrir fue Evie — Hola Ben - saludo al rey

Hacía tiempo no lo veían — Hola Evie - pidió permiso antes de entrar
— Hola amor

La villana todavía no se acostumbraba a ese apodo — Hola Beniboo - se burlaba de aquel apodo que decía Audrey

Bajo de la plataforma en medio del dormitorio y abrazo a su novio.

La peliazul los dejo solos para que tú tuvieran privacidad, de igual manera debía buscar unas telas.

Ben beso su mejilla cosa que no se esperaba — Creí que tenías cosas que hacer hoy

— Pueden esperar - jugaba con sus manos — ¿Que tal si salimos?

Debía confesar que cuando los brazos de Ben rodeaban su cintura sentía esas tales mariposas en el estómago
— ¿Cuando fue la última vez que me dijiste eso? - puso sus manos en su cuello y acarició su mejilla

Era raro en ella esos gestos — Bueno señorita, me concede el honor de acompañarme a otro lugar? - ambos rieron

— Por supuesto su majestad - hizo una reverencia burlona — Solo tengo que cambiarme

— Está bien, te espero abajo - estaba apunto de cerrar la puerta pero debía contarle algo primero — El rosa te queda bien - mostró una linda sonrisa y se retiró

Rápido Mal se quitó el vestido para volver a ponerse una falta lila con un suéter negro y tacos negros.
Por el momento dejo su cabello suelto y no podía faltar su collar con un dragón. Se peino un poco y salió a encontrarse con Ben.

El esperaba en un carro pequeño. En pocos minutos llegaron al maravilloso lago encantado.

Estuvieron un rato ahí, disfrutando de la compañía del otro.
— Por eso ayude a Evie - termino de decir — Desde la coronación muchas chicas quieren sus vestidos

— Me alegra por ella y ¿Que más has hecho? - parecía integrado por las cosas que decía su novia

— No mucho, aveces dibujo o cocino con Lonnie - los ojos de Ben brillaban
— ¿Y que hay de ti?

Soltó un largo suspiro — Firmar proclamas y hablar con el consejo - era algo aburrido

Un silencio incómodo gobernó todo el lugar. Comieron algunos bocadillos que hizo aparecer Mal con magia; era una ventaja tener a una novia con esos dones.

— Perdón si estoy violando alguna ley - se disculpó la villana juguetona

La brisa que golpeaba contra sus rostros era verdaderamente fresca. Algunos pájaros cantaban y pequeños peces se podían ver en el lago.
— Ven conmigo - le tomo la mano y la guío al agua

Solo quiso su franela y ella no quiso quitarse nada, la comprendió pero tal vez si la obligaría a nadar con el
— Ben porfavor no - sus ojos suplicantes solían convencerlo pero ahora no

Se dio por vencida y con ayuda de Ben aprendió a nadar. Hicieron competencias de quién tocaba una piedra de los deseos más rápido, rieron mucho estando juntos.

— Te amo mucho Mal - paso un pelo por detrás de su oreja

Sus mejillas se sentían caliente — Yo también te amo, Ben - sentia su calor y sus respiraciones chocaban

Estaba lista para su primer beso. Y así fue.

Era un beso lento y el rey podría jurar que los labios suaves de Mal tenían un sabor a fresa con chocolate. Era un pequeño viaje a otro mundo en donde estaban solo los dos.

FIN

El Principe Y La Villana | One-Shots BealKde žijí příběhy. Začni objevovat