XXVIII

57 3 0
                                    

Cada día se hacía más pesado para Louis. Le costaba seguir y ver a Harry indiferente. 

Porque sí, Harry estuvo indiferente hasta tres meses después.

Fue una noche realmente dura la que le hizo saber que en verdad echaba de menos al castaño. Era una noche de esas que hace calor en la habitación y por mucho que abras la ventana no es suficiente. Una noche de esas en las que te quieres marchar a dar una vuelta pero no puedes porque no estás en una película.

Una noche de esas en las que el pecho duele.

Fue terrible.

No lloró. 

Él no lloraba, no podía. Quizá era por eso por lo que dolía siempre tanto las cosas.

Si lloras todo lo echas con las lágrimas, pero qué haces si no hay lágrimas?

Cansado y con unas ojeras más notables que el sol en pleno verano, al día siguiente se fue a buscar a Louis (no le costó puesto que iban al mismo instituto).

Esperó pacientemente a que saliera y se sorprendió al verlo con un chico. "Tranquilizate Harry, ya no sois nada" se recordó con amargura.

-¿Podemos hablar? -preguntó cuando ya estaban suficientemente cerca.

-¿Qué quieres? -había amargura en su voz, mas en sus ojos habían demasiadas emociones como para nombrarlas.

-A solas -dijo mirando al chico.

-Adiós Louis -se despidió con un beso sonoro en la mejilla.

-Lo siento.

-Vas tarde.

-Escucha, yo tengo problemas de impulsividad. Te avisé de que saldrías dañado. No fui consciente hasta anoche de lo que había hecho.

-¿Anoche? -repitió incrédulo.

-Sí.

-¿Me estás diciendo que después de tres meses no te has arrepentido?

-Sé que soy un imbécil, pero sí, no te voy a mentir. No sé porque lo hice. Joder si te quiero más que nada -dijo frustrado- sé que merezco que me odies. Sé que merezco que me dejes aquí y quizás hasta que me pegues. Sé que merezco esto y mucho más, pero de verdad te necesito. Perdoname, por favor.

-¿Tú de verdad piensas que con eso te voy a perdonar? 

-No, pero...

-Mira, me hiciste daño como nadie -le cortó- me destrozaste porque, a pesar del poco tiempo, te habías vuelto alguien importante. Y no puedo no perdonarte. No puedo pasar de ti. Entiendo que todos tengamos días malos, pero lo que hiciste fue demasiado. Y no te odio, me hiciste odiarme a mi mismo como nunca lo había hecho. Desearía haberte hecho caso.

-Lou, no, de verdad -le dolía el pecho- no te odies, no tienes la culpa de que sea subnormal.

-Bien, haberlo decidido antes -Harry abrió la boca para decir algo pero se calló al ver su mirada fría.

-No faltes a mi funeral, Harry -y se marchó.

El pequeño se quedó parado unos segundos, pero luego se volvió corriendo a su casa.

Gritó de frustración. Grito hasta quedarse afónico. Un grito nunca antes había cargado tanto odio. Odio hacía uno mismo.

La había jodido. Harry Styles estaba condenado siempre a joderlo todo.


¿Y qué si no me arrepiento? L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora