Scream

234 27 47
                                    

PDV de Jack

Me encontraba distraído cuando su voz me llamó –Jack, ¿Cuándo me ibas a decir que tu madre canceló su compromiso?–

–Rayos, ya lo sabes...–

Asintió.

Hubo un largo silencio entre los dos.

–Jack... ¿podríamos ir a otra parte?– mi corazón comenzó a latir por la repentina pregunta.

–¿Otra parte?– la miré con miedo.

–¿No te molesta perderte el nombramiento del rey y la reina del baile?... ¿supiste que estamos nominados?– pregunté tratando de convencerla de quedarse un rato mas.

Ella arqueó la ceja sorprendida –Wow, ¿en serio?– suspiró –Realmente no me interesa mucho ser reina del baile.... ¿y a ti?–

Solo pude negar –Sabes que no me gusta llamar mucho la atención–

Hubo un silencio en el que esperé una respuesta de su parte, al no obtenerla, opté por preguntar.

–¿A dónde quieres ir?–

La observé encogerse de hombros mientras daba unos pequeños y tímidos pasitos hacia mí –No lo sé, me gustaría ir a un lugar especial–

Asentí pensando, solo se me ocurría un lugar –¿Qué te parece un lugar que solo nosotros conozcamos?–

Ella asintió de acuerdo con la respuesta y ambos dejamos en silencio la escuela sin decir ni una palabra a nadie. Antes de irnos pude percibir como voceaban nuestros nombres por los parlantes.

De todas formas, no hubiéramos podido tener nuestro baile de rey y reina, pensé antes de cerrar la puerta de emergencia.

El camino hacia nuestro lugar favorito fue mortalmente silencioso, yo tenía fija la vista en el camino y ella tenía su cabeza dirigida hacia la ventana de su lado. Llegué a creer que se había quedado dormida, pero gracias a su tenue reflejo en el cristal supe que esto no era así; al parecer solo se encontraba sumida en sus propios pensamientos. Durante todo el trayecto no podía dejar de preguntarme respecto a lo que pasaba por su cabeza en esos momentos, pero honestamente no era la única, mi cabeza también era un desastre y mi estómago había comenzado a doler por los nervios.

¿Qué iba a suceder con nosotros?, ¿todavía seguiríamos intactos cuando regresáramos a casa?, la noche era un completo paraje desolado con muchas incógnitas por resolver, ¿las respuestas serian satisfactorias?... diablos, no... esto va a doler como el infierno.

¿Por qué se siente como el final?, ¿es porque eso es?, pero si apenas íbamos comenzando la historia... no puede terminar todo así, ¿o sí?. Estoy conduciendo a nuestro propio final... no, de todas formas, iba a suceder.

Deja de pensar, no pienses.

Pero con ella así es difícil no hacerlo... Para Elsa.

–¿Uh?– aparté un poco la vista del camino para verla mirándome extrañada.

Negué con la cabeza y volví a mi diligencia –Lo siento... pronto llegaremos, solo un par de millas más– me obligué a sonreírle.

Ella devolvió la triste sonrisa y asintió.

Una milla más...

Esto parece eterno.

Solo quiero que termine, por favor, detenlo.

Continué pensando mientras me detenía y ponía el auto en Parking.

–Vaya, de verdad me encanta este lugar– la vi sonreír mientras recargaba su cabeza en el marco de la puerta –¿Te molestaría apagar las luces?– me preguntó.

Last chancesWhere stories live. Discover now