Capítulo Diecisiete

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De vuelta a Italia, Jasper se dirigía al castillo de Volterra, se sintió más ligero y lo más extraño fue que no tenía antojos mientras estaba rodeado de humanos. Claro, los vampiros anhelan la sangre, pero los impulsos de Jasper siempre fueron malos desde que cambió a su dieta animal. Ahora, estando en Italia, se sentía como un vampiro normal y en control.

En el castillo Félix, Demetri y Lachesis estaban sentados en la biblioteca con su reina, escuchándola contarle historias a Alec, Jane, Lisa, Oliver y Ashton.

"Disfruto de estas historias" Dijo Demetri. "Deberíamos decirles a los reyes que llenen la biblioteca con estos libros para que nuestra reina pueda leérnoslos"

"Sabes que el Maestro Aro estará al frente y en el centro escuchándola" Félix se rió entre dientes "Él los disfruta demasiado"

Lachesis les estaba sonriendo cuando un extraño olor golpeó su nariz.

"¿Oléis eso?" susurró, el olor la cautivó por un momento; Sándalo y miel.

"Lo hago... No crees que sea..."

"Él está aquí" Demetri interrumpió a Félix.

Alec, quien se giró ante la conmoción y sonrió, asintió con la cabeza hacia la puerta, indicandoles que podían irse. El trío se fue y siguió el olor hasta la sala del trono, esperando pacientemente fuera el permiso del rey para entrar.

"Ah, General Whitlock" saludó alegremente Aro, había estado esperando que regresara el estratega "Es un placer verte de nuevo, aunque, desearía que hubiera sido en otras circunstancias"

Jasper se inclinó a modo de saludo "Lamento que haya pasado algo de esto, mis reyes..."

"No necesitas disculparte muchacho, no formas parte de su lado. Hemos estado esperando tu regreso por... un tiempo excepcionalmente largo".

Jasper enarcó una ceja antes la referencia a un 'nosotros', pero se encogió de hombros, pensando que se refería a los reyes, sin haber olido los atractivos aromas más allá de la puerta cerrada.

"Serás muy útil con tu mente estratégica Whitlock" Caius dijo con brusquedad "Con nuestras mentes combinadas, aquellos que nos amenazan no tendrán ninguna posibilidad"

Ni siquiera estaba siendo cínico al respecto, bueno, tal vez un poco, pero Jasper sabía que estaba hablando de la amenaza a su pareja.

"Sí, Maestro Caius"

"Bueno, eso no es todo por lo que te pedí que vinieras directamente aquí, muchacho" Aro se rió entre dientes, levantándose de su trono "¿Alguna vez te has sentido... atraído por Volterra?"

"¿Sí?" Preguntó Jasper vacilante.

"Y cada vez que te intentas acercar, ¿la vidente te detiene?"

"Sí" Dijo con más firmeza.

Aro sonrió "Fantástico... ¿Y alguna vez has olido cierto aroma? ¿Uno que te atrajo también?"

"Una vez, hace unos años, cuando tratamos por primera vez con el problema de Bella, pero nunca me acerqué lo suficiente a los aromas para ver quién o qué era. Luego, hace un par de meses, pero desapareció tan rápido de nuevo".

"Entonces creo que es hora de que enteres general, pasad" gritó Aro.

Jasper se dió la vuelta cuando la puerta se abrió y si su corazón aún latiera, se habría detenido. Entraron tres de la guardia, dos los recordaba como Félix y Demetri, pero a la otra no la reconoció, pero ella era fascinante.

"Jasper Whitlock" dijo Demetri, su habitual sonrisa arrogante fue reemplazada por una rara y suave sonrisa "Finalmente has vuelto a casa".

Y si pudiera respirar, se habría quedado sin aliento.

Carmesí ciego - Reyes VolturiWhere stories live. Discover now