Carmesí ciego - Reyes Volturi

Capítulo Tres

Caius y Marcus estaban lívidos cuando se redactó lo que había presenciado. Caius siempre había tenido una mente asesina, su bestia ocasionalmente aparecía, pero  la bestia de Marcus había estado inactiva durante tanto tiempo, estaban ansiosos por destruir a los maleantes con los de su pareja había sido criada. Aro se sentó con los dedos presionados en los ojos, tratando de calmarse. Marcus estaba sentado en su trono, sus dedos agarrando los brazos del asiento, casi rompiéndolos. Caius caminaba de un lado a otro, murmurando cosas en italiano. Pronto se congelaron al escuchar su voz acercándose.

"Todavía no entiendo la diferencia entre las dos" Dijo Félix. "Además de su cabello, actuaban igual".

"Val y Connie son ambas... ¿engreídas? Han sido así durante años, las únicas diferencias reales en su personalidad son que la pasión de Val es el maquillaje y la de Connie la música. Por supuesto, Connie no podía tocar ningún instrumento para salvarle la vida a nadie" Ella se rió, calmando a los tres reyes vampiros. "Recuerdo estar sentada en la sala de estar obligada a escuchar su intento de tocar el piano. El piano no estaba afinado y ni siquiera era capaz de tocar una canción simple, era muy molesto".

"Ya estamos aquí, señorita" Demetri dijo mientras él y Félix habrían la puerta.

Se inclinaron mientras Jane sostenía la mano de Candace y la conducía al salón del trono de los maestros.

"Ah, finalmente estás aquí. Mi nombre es Aro, querida" Aro sonrió.

La joven sonrió "Hola".

"Mio caro. E 'così bello incontrare finalmente" Quería extender su mano y tocarla, pero estaba cansado de su regalo ya que ella no lo sabía todavía.

"È bello vederti anche tu, beh ... sentirti" Ella se rió.

Cuando habló en italiano, tanto los reyes como los guardias quedaron en estado de shock.

"Puedo decir por el silencio, que nadie esperaba que yo supiera italiano, el hecho de que sea ciega no significa que no haya estudiado diferentes idiomas. Muchos libros vienen en braille y cuando no tienes nada más que hacer... estudias idiomas. Además, mi abuela compró un... software de traducción para el ordenador que puedo escuchar y repetir".

"Asombroso" Aro se mostraba orgulloso.

"¿Qué otros idiomas conoces?" Caius se rió entre sientes cuando ella saltó, pensando que Aro era el único que estaba en el salón. "Lo siento cariño, mi nombre es Caius, perdóname por asustarte":

"Está bien, no sabía que había alguien más aquí. Habían mencionado la palabra 'maestros' pero no escuché a nadie más cuando entré".

"Además de mi hermano Caius, también está nuestro silencioso hermano aquí, Marcus"

"Hola Marcus"

Sus labios se curvaron con una sonrisa "Hola, piccolo"

"Y para responder a tu preguntas Caius, también sé Francés, Alemán, Español, Griego, Romano y poco de celta, pero estoy progresando" Ella rió "De todos modos, ¿Jane me informó que queríais hablar conmigo? Por eso hicimos esa pequeña aventura al jardín.

"Sí, eso queríamos"

"No sois humanos... ¿verdad?" Preguntó al azar y la habitación volvió a quedar en silencio.

Ningún vampiro habló, nadie se movió, ninguno sabía que hacer o qué decir.

"Antes de que digáis algo, lo supuse. Ni siquiera me di cuenta de que Alec, Félix y Demetri estaban detrás de Jane y de mi hasta que escuché unos pasos débiles, no hicieron ningún sonido y normalmente puedo escuchar a alguien respirar. Otra cosa es la de Jane, sus manos son como hielos, cuando hace calor afuera. Y... huelo un leve olor a ¿sangre?" Esperó un momento antes de continuar "Sois vampiros ¿Verdad?"