Capítulo Once

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Pasaron unos meses, Alexander se estaba adaptando bien, incluso tomó la mano de Candace para 'asegurarse de que no chocara con nada' lo que hizo que todo el castillo pensó que era adorable. El niño pequeño también estaría aprendiendo de los tres reyes, can Caius estudiaba arte y griego, Demetri participaba en el idioma griego cuando Caius estaba preocupado, con Aro aprende inglés, bien leyendo y escribiendo en inglés, en su mayoría leían juntos, Marcus le enseñaría historia además de italiano. Alex no quería que su madre su madre se sintiera excluida para poder enseñarle gallego, Lachesis quería enseñarle francés, Alec y Jane se harían cargo de las lecciones de inglés para Aro y Félix se hizo cargo de Historia para Marcus cuando surgiera negocias.

Dado que el niño tenía eidética, progresaba más rápido que un niño normal de cuatro años, su cumpleaños se acercaba, recordó, el 31 de octubre, nació en Halloween, así que lo recordaba bien. Durante los meses que estuvo allí, los padres nunca reportaron su desaparición, simplemente se deshicieron de sus cosas y siguieron adelante. Si embargo, Heidi lo comprobó todos los días para asegurarse de que no lo hicieran.

Aro les envió un regalo a Bella y Edward, tanto para la boda como para su turno de recién nacida, aunque eventualmente querrían una prueba. Los Cullen guardaron silencio, y los Volturi estaban agradecidos.

Los padres y el hermano de Candace todavía estaban vivos en las mazmorras de abajo, estaba oscuro y no sabían cuánto tiempo habían estado ahí abajo. Querían que todo se detuviera, pero cada vez que pedían, los castigos empeoraban, estaban magullados, asustados, quemados y sus espíritus estaban destrozados. Lo que los hizo finalmente romper fue la noticia de que Val y Connie habían estado muertos todo el tiempo.

"¿¡Por qué no nos matas entonces, bastardos!?" Tanya le gritó a Sexton, que estaba allí para traerles comida "¿No hemos pasado por suficiente?"

"No lo has hecho en lo más mínimo" Vino una voz escalofriante.

Los tres voltearon la cabeza y vieron al rey de cabello ébano, el rey rubio nieve siguiéndolo justo detrás de él.

"Hemos estado aquí tanto tiempo, ¿Cuándo vas a decirnos qué hemos hecho para merecer esto?" Josh dijo, encontrando su voz, estos hombres lo intimidaron.

"Llevan aquí mucho tiempo, hermano" Caius le susurró en italiano a Aro, sonriendo sádicamente. "Tal vez deberían de ser informados de su crimen, ¿no?" Aro sonrió, provocando que un escalofrío recorriera la columna de los tres humanos.

"¡Dinos, monstruos!" Tanya gritó, una vez más.

"No somos los monstruos aquí, Tanya Valentine y te callarás, a menos que desees que te vuelven a azotar" La voz del rey se redujo a un tono mortal, sus ojos negros clavados en los de la mujer.

"¿No has golpeado casi hasta la muerte y, sin embargo, nos has salvado de la muerte?" La mujer se atrevió a hablar en contra de los reyes vampiros. "¿Te gusta torturar a gente inocente?"

La risa maniática de Aro resonó por todas las mazmorras, haciendo que incluso los guardias se encogieran de miedo.

"¿Tu? ¿Innocente? Sei così delirante che non hanno nemmeno comprendere la situazione si è in" (¿Tú? ¿Inocente? Eres tan delirante que ni siquiera comprendes la situación en la que te encuentras) Junto a él, Caius mantuvo sus ojos fijos en los humanos, ansioso por romperles el cuello, pero se abstuvieron al recordar quién iba a acabar con con ellos.

"Comparados contigo, hemos sido amables. Tú, una madre que vió a su hija ser golpeada y violada y no hiciste nada para detenerlo, un hermano que cegó a su hermana solo porque le dió la gana, y tú" Le gruñó a Josh. "No eres un hombre, si no un cobarde ¿Hieres a tu hija mental y físicamente porque creías que eras su dueño? Despreciable, todos ustedes dejasteis que el amigo de vuestro hijo dejara embarazada a vuestra hija y luego le quitasteis el útero, rompiendo cualquier posibilidad de que ella pueda concebir un hijo nuevo ¿Y por qué fue eso? ¿Hmm? Porque no querías que te volvieran a atrapar por haberla dejado embarazada tú mismo, como las primeras tres veces".

Carmesí ciego - Reyes VolturiWhere stories live. Discover now