Capítulo Cuatro

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Marcus solo sostuvo la pequeña cabeza roja en sus brazos hasta que Caius habló.

"¿Por qué usas esas gafas si no puedes ver?"

Aro y Marcus miraron a su hermano y estaban a punto de rependerlo, cuando de repente eslla se rió.

"Tengo los ojos blancos y eso hace que la gente se detenga, mire y susurre. Después de un tiempo se volvió molesto, así que mi abuela me compró estas gafas"

"Nadie se atrevería a hablar mal de ti ahora, y si te miran es porque eres su nueva reina y deben de respetarte" Caius murmuró.

"¿Reina? Oh, es cierto, sois los 'reyes' de todos los vampiros..." Se quedó en silencio y se dió cuenta de que Aro no había hablado mucho.

"¿Aro?"

Su cabeza se animó ante la mención de su nombre. "¿Sí, cariño?"

"Estás muy callado... ¿Te pasa algo?"

Él se rió entre dientes "No, todo está bien..."

"Tiene miedo de tocarte por miedo a que te enfades con él por usar su don" Marcus habló, causando que Aro mirara la parte de atrás de su cabeza, esperando que en cualquier momento estallara en llamas.

"No hay mucho que ver..."

"Es algo que no puedo apagar, mia dolce, no puedo escoger y elegir lo que puedo y no puedo ver"

"No, quiero decir que no he podido ver nada desde que tenía 10 años, así que tú no podrás ver nada"

"Soy capaz de escuchar"

Extendió la mano, esperando a que ella fuera en su dirección y sonrió dulcemente, se acercó y le tomó la mano con suavidad. Cerró los ojos antes de ponerse rígido, se volvió como una estatua una vez más mientras repasaba sus pensamientos. Todo fue abuso físico hasta que se quedó ciega, entonces todo fue abuso mental y verbal. Su padre la pateó y casi... Aro negó con la cabeza. Una vez que abrió los ojos, estos se estaban negros.

"Oh, dios..." Su voz hizo que Candace se estremeciera de miedo por una fracción de segundo, antes de calmarse, sabiendo de alguna manera que él no le haría daño. "Eres una mujer extraordinaria, mi amor" Dijo mientras besaba su mejilla, provocando que ella se sonrojara "Debo disculparme porque necesito un momento para recomponerme... Jane, por favor llévala a la biblioteca por el momento".

"¿Hermano?" Caius habló y Marcus miró a Aro mientras este se retiraba.

"Estaremos contigo en breve cariño, te lo prometo" Marcus le dió un beso en la mejilla y también a Caius cuando se separaron.

Candace miró al vacío, con la cabeza ladeada, sin saber que acababa de pasar. Jane le tomó la mano y la condujo fuera de la habitación y la guió por el pasillo hasta la biblioteca.

"¿Aro está bien, Jane?"

"Los reyes solo necesitan un momento para procesar todo lo que ha sucedido estas últimas horas" Jane sonrió "No te preocupes, estarán bien"

"Lo que vió... lo enfureció..." Señaló "Bueno, lo que escuchó"

"¿Qué escuchó exactamente, señorita?" Preguntó Félix.

Candace suspiró, sabiendo que tarde o temprano todo saldría a la luz, así que comenzó a relatar su historia desde el principio.

Fuertes golpes se escuchaban dentro una una habitación

Una vez más, Caius arrojaba muebles contra la pared, y luego se preguntaban por qué tenían que comprar unos nuevos. Marcus, el que normalmente era el más tranquilo, había golpeado con el puño la pared que se encuentra a su lado, creando un agujero. Aro miró por la ventana, sus manos temblaban por el esfuerzo de no unirse a la destrucción.

Carmesí ciego - Reyes VolturiWhere stories live. Discover now