Alice Ida Antoinette Guy

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Si decimos «Alice Guy» así sin más, muchos no sabrían de quién hablamos

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Si decimos «Alice Guy» así sin más, muchos no sabrían de quién hablamos. Sin embargo, fue no solo la primera mujer, sino la primera persona en dirigir una película de acción.

Sabemos que lo nuestro son los libros, pero el mundo de la literatura derivó hacia el cine. Nada sería de éste sin la escritura de guion, y nadie puede negar que le encantaría ver una de sus obras llevada a la pantalla grande.

Pero para que el cine haya llegado hasta nosotros ha tenido que surgir de unos pioneros. Los hermanos Lumière fueron quienes patentaron en 1895 el cinematógrafo. Pero ellos no se preocuparon de lo artístico, porque solo les interesaba la visión científica de su invento. Y seguro que a más de uno de nosotros nos suena el nombre de George Méliès, quien ha tenido el honor de aparecer como el primer director de cine de la historia.

Méliès hizo mucho por el cine, pero ese honor ha de pertenecer a Alice Guy, una visionaria que fue omitida por el único hecho de ser mujer. Hoy, desde este rinconcito la queremos presentar.

Alice Ida Antoinette Guy o Alice Guy-Blaché, pasó su infancia entre Francia (su país natal), Chile y Suiza. Estudió secretariado en 1894 y consiguió un puesto de secretaria en la compañía general de fotografía de Max Richard, que poco después fue comprada por Léon Gaumont.

Este es un hecho importante puesto que fue con la cámara Demeny-Gaumont con la que Alice en 1896 consiguió combinar imágenes en movimiento con el arte teatral, y logró dirigir La Fée aux Choux, que acabó siendo la primera película de más de un minuto, siendo además pionera en contar una historia. Un cuento de hadas en el que los niños nacen en repollos y las niñas en rosas (no entremos a valorar el guion, que está muy trabajado para contar algo en un minuto).

Después de esa primera obra, El hada en el repollo, en el que consiguió hacer trucos visuales durante el montaje, continuó con otras obras, muchas. En 1901 realizó Sage-femme de première classe, un remake. Estuvo al tanto de todas las innovaciones y también de los errores técnicos, para poder mejorar los primeros trucos que había logrado.

En 1906 trabajó en La vida de Cristo, la primera película de gran presupuesto de la Compañía Gaumont, rodada también en exteriores y en la que participaron más de trescientos extras.

Un año después se casó con Herbert Blaché, un camarógrafo que trabajaba en la Compañía Gaumont, y que se convirtió en director en la década de 1910 en Estados Unidos, con quien tuvo dos hijos.

Es curioso, pero Alice fue la primera persona en dirigir una película de ficción, ya hemos visto que usaba trucos en los montajes, por lo que fue pionera en los efectos especiales, primera en usar la ficción fílmica y un lenguaje cinematográfico, con todo lo que ello conlleva. Y también se le puede considerar fundadora de lo que actualmente es el trabajo de productor o productor ejecutivo.

Fundó productoras en su país natal, Francia, y en Estados Unidos, y luchó siempre por ser reconocida en la profesión. Pero la historia borró su paso y atribuyó sus películas a su marido (al que conoció muchos años después de comenzar su carrera), o a personas anónimas. Hombres anónimos mejor dicho.

Muchas de sus obras ni siquiera fueron mencionadas, lo que sin duda supone un grave error histórico. Su trabajo influencia a George Méliès y a otros directores que fueron detrás quienes, a pesar de que los historiadores la han marginado, le tuvieron mucha admiración. Fue apreciada por sus coetáneos y además, fue la primera persona capaz de mantenerse económicamente con su profesión.

Alice rodó, desde que lo hiciera por primera vez en 1896, más de 1000 películas (ciencia ficción, western, comedias, dramas...). Desde los años 40 su nombre es borrado de la historia del cine, a pesar de que en 1955 recibió la condecoración de la Legión de Honor. Alice murió con 94 años. Pasó los últimos treinta años de su vida tratando de corregir su desaparición de la historia del cine, buscando sus películas en Francia y Estados Unidos, y tuvo que ver cómo su imagen era reducida a que se la considerara la secretaria o amante de Gaumont.

El rescate de su figura comenzó a finales del siglo XX y, por suerte, cada vez está siendo más normalizada como fundadora del cine.

Guy tuvo un gran éxito en su profesión y muchos siguieron sus pasos, el primero de ellos Méliès, e incluso los hermanos Lumiére que vieron más tarde las posibilidades de su propio invento.

Falleció en una residencia de ancianos en New Jersey, y su nombre fue enterrado y borrado, siendo solo mencionado en letra pequeña en una rebuscada enciclopedia. Por suerte, esto se está corrigiendo y, por eso mismo, queremos poner nuestro granito de arena desde aquí.

¿Conocían su historia?

Entrada realizada por: SonFuentes

Entrada realizada por: SonFuentes

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