Capítulo 11: "Decisión"

5.4K 879 311
                                    

Izuku despertó en la camilla de la enfermería de la escuela, tenía un par de magulladuras en el rostro que bien cubiertas estaban por gaza y curitas. Se notaba que el trabajo de la enfermera estaba bien hecho.

A un lado se encontraba una mujer de cabello verdoso, algo regordeta y de baja estatura, quien al parecer estaba discutiendo algo importante con el director de su escuela. La mujer solía sobre preocuparse demasiado, aunque en realidad esta era una de las situaciones que sí eran dignas de preocupación.

— Pudieron haberlo matado —Dijo ella en un tono molesto— ¿Se da cuenta el nivel de estudiantes que están formando?

— Señora Midoriya, por favor entienda. Nosotros no podíamos saber que el comportamiento de su hijo iba a causar tal revuelo.

— ¿Cómo que el comportamiento de mi hijo? Él lleva siendo intimidado bastante tiempo, ¿de qué comportamiento me habla si ni siquiera implementan alguna clase para que él se adapte al resto o viceversa?

Dentro de sus palabras también había un poco de culpa, pues desconocía el nivel de acoso y de intimidación que estaba sufriendo su hijo sin razón alguna.

— Es por la fotografía de su hijo que colgaron en el pizarrón.

— ¿Y se supone que crea en esa foto trucada? Por favor, mi hijo jamás le haría daño a un animal.

El peliverde se sentó en la camilla para hacerse notar en la habitación, ya que en algún punto le habían quitado sus audífonos, quizás hasta se habían roto otra vez. Así que no era capaz de oír nada por el momento.

— ¡Izuku! —Inko corrió hasta la camilla— ¿Cómo te sientes, amor?

Un poco adolorido —Sonrió para darle tranquilidad a su madre— Pero estoy bien.

Dime qué fue lo que pasó, por favor.

No puedo—...

Si puedes, cielo, solo cuéntame. Mamá siempre te protegerá, no defiendas a esos chicos.

Más que defenderlos o algo así, era más bien el terror de que algo saliera mal si de pronto decidía ser un soplón.

Tengo miedo, mamá.

Apenas dijo aquello se mordió el labio inferior, bajando la mirada a sus manos que descansaban en su regazo.

La mujer solo pareció enfadarse más.

— ¿Se da cuenta lo que sus estudiantes le han hecho a mi chiquillo?

El director se la pensó un poco antes de responderle a la señora. Y es que no había sido capaz de entender al niño, así que no tenía idea de la confesión que acababa de hacer a su madre.

— Señora Midoriya, le pido disculpas, nosotros somos una escuela de prestigio.

— Voy a demandarlos.

— Lleguemos a un acuerdo, esto no tiene por qué salir de aquí.

— ¿Me está chantajeando?

— No, no —Se apresuró a decir el hombre de pequeña estatura— Quiero proponerle algo, no me malentienda —Se acomodó la camisa que tenía puesta y llevó la mirada hacia el chico en la camilla, el cual todavía se miraba las manos con nerviosismo— Dudo que usted quiera que su hijo siga viniendo a nuestra escuela... Yo puedo asegurarle una matrícula en Shiketsu o en Ketsubutsu si lo prefiere.

— Nosotros no tenemos cómo pagar esas academias.

— Pero yo puedo hacerme cargo de eso.

— ¿A qué se refiere?

Dímelo con señas.Where stories live. Discover now