TianShan ¦ Drabbles ¦

Marca ; 1/2

彡He Tian.

Aparentemente, a Mo le gusta morder durante el sexo.

—¿Mhm, qué tienes ahí, Tiany?— se jactó el albino, señalando un lugar en el cuello del contrario— ¿acaso eso es una mordedura?

No necesitaba ver el lugar mencionado para saber dónde estaba, podía intuirlo por el leve dolor que provenía de allí. Sin un ápice de gracia, devolví la mirada a mi compañero, advirtiendole de que si seguía jugando con mi paciencia, le iría muy mal y él pareció entender porque se giró a su escritorio sin responder, pero con una picara sonrisa bajo la mano.

Una vez que lo vi instalado a mi lado (más exactos, a unos metros) volví a mi tarea de teclear en el computador frente mio. Por inercia, rápido, sin mirar. Como si fuera un juego del que ya estaba acostumbrado y no me causaba más que aburrimiento.

Así era la mayoría del tiempo, pero ahora la concentración prefería no aparecer y al contrario, mi cabeza se llenó de pensamientos, todos rondando en una sola persona:

Mo Guanshan.

El que se hacía llamar "delincuente" en la secundaria.

Un pelirrojo cuyo temperamento era insoportable para otros.

Alguien que con el tiempo creció, maduró y progresó en todos los aspectos.

Se esforzó, consiguió amigos, seres queridos, un hogar y trabajo.

Manías. Facetas. Imperfecciones.

Un manejo de emociones que acepté y cuidé como si fueran propias.

Y quien hace pocas semanas desarrolló un "fetiche".

No tenía otra manera de llamarle, porque si no era eso ¿entonces qué? Al principio creí que se trataba de algo trivial, algo sin importancia y que ocurría durante el calor del momento, pero al pasar los días, las pequeñas marcas se multiplicaban en mi cuerpo como si nada.

Tampoco me molestaba, pero con el tiempo ya no supe cómo ocultarlas. Bufandas, camisas cuellos de tortuga y vendas eran opciones que utilizaba en invierno, sin embargo, actualmente la primavera hacía presencia con olas de calores más grandes que en años anteriores.

Qué conveniente.

Pensé con sarcasmo.

...

Cuando la hora del almuerzo llegó, no tenía tanta hambre, así que mientras comía un par de galletas de animalitos (expropiedad de Jian Yi) opté por divagar en internet.

Había casos parecidos al mio y las respuestas (hechas en su mayoría pero psicólogos) me dejaron pasmado.

"Aveces, las personas muerden sus uñas en señal de frustración. Tal vez tu pareja padezca de frustración sexual..."

Más abajo había una lista de cosas que podrían hacer sentir bien a las zonas erógenas y etc.

Pero yo ya no leía el contenido de dicho sitio web, tampoco comía las masas dulces que les robé a Jian ni mucho menos prestaba atención a la importante junta con otra empresa.

Porque aunque mi cuerpo estaba allí, sentado junto a varios empresarios y hablando de quién sabe qué, mi mente seguía repitiendo aquella frase que me hacía dudar.

Frustración sexual.

Chicxs, no soy psicóloga así que las probabilidades de que "morder" y "frustración sexual" vayan en la misma oración son bajas,

recuerden que esto es ficción y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Esto es solo para que la trama fluya.