TianShan ¦ Drabbles ¦

Pijamada ; 2/?

El atardecer había caído y con ello cuatro jóvenes iban de camino a la casa del pelinegro. El ambiente que los rodeaba era agradable, Jian yi había parado con sus bromas y Mo, de maldecir. Dejando así un silencio cómodo.

Aunque cuando llegaron al hogar de He Tian, ya no estaba esa tranquilidad.

—¡Hey, ¿que haremos ahora?!— exclamó un entusiasmado albino mientras corría hacia el sofá del mayor.

—¿Como se supone que voy a saber? Nunca hago este tipo de cosas.— respondió un desinteresado He Tian, rodeando los hombros de Mo con su brazo.

—Estaba pensando...—divago Jian.

—¿Tu piensas?— bromeó Tian.

—¡Callate! y... ¿puedes prestarme dinero?

—¿A qué viene la pregunta?

—¡¿a qué más?! ¿que se supone que comeremos?

—Mo Zi puede cocinar ¿verdad, bebé?— le pregunto al pelirrojo que en todo momento se retorcía para zafarse del agarre del mayor, aunque dejo toda tarea de lado cuando escucho a su novio.

—¡¿Qué?!— gritó sonrojado hasta las orejas, sacando una sonrisa al pelinegro.

—Sip, él lo hará.

—¿No seria mas fácil pedir comida a domicilio?— sugirió Zheng por primera vez desde que llegaron.

—¡Exacto!— el pelirrojo se colocó del lado del castaño, estando de acuerdo con lo dicho.

—Mmmh mejor veremos eso después.— dijo Jian yendo a la cocina del mayor, para luego volver con unas latas de cerveza.— ¡Hey, mira lo que te traías escondido!

—¿Quien dijo que podías tomarlas?— gruñó el pelinegro.

—Esto también entra en lo de pedirte prestada la casa.

—No creí que fueras en serio.

—¡Bah! Basta de palabrería, juguemos unas partidas de videojuegos.— el pelirrojo fue a encender el plasma y tomó uno de los mandos, eligiendo el juego y lo que conllevaba a ello.

Se fueron turnando para jugar, siendo cuatro partidas las que hicieron. Dos de ellas ganadas por He Tian, una por Mo y la otra por Zhan.

El albino había quedado inconforme con el resultado, pero acepto la derrota y siguieron con los planes de esa noche. No querían hacer de esa pijamada una maratón de videojuego, aunque la idea suene tentadora.

Cada uno había traído consigo un bolso —a excepción de He Tian—, donde traían sus cosas; ya sea cepillos de dientes y los esperados pijamas.

Mo fue el primero en hablar teniendo su mochila al hombro.

— Seré el primero en entrar al baño.— desganado fue a la puerta de ese cuarto pero se detuvo cuando el pelinegro emitió palabra.

—Iré contigo, será más rápido si nos cambiamos los dos ahí y estos idiotas en la habitación.— con su típica sonrisa fue donde el pelirrojo, quien estaba listo para soltarle una sarta de groserías.

—¡Estoy de acuerdo! vamos Xixi.— Jian yi tomo del brazo al castaño, y lo dirigió a la habitación del mayor.

—¡Ni se les ocurra revisar mis cosas, sobre todo a ti Jiny!— advirtió He Tian antes de entrar al cuarto de baño con un inconforme Guanshan.

—¡No me pondrás ni un dedo encima, demonio! ya te conozco... — advirtió el pelirrojo cuando el mayor cerró la puerta, y fue a una de las puntas de la habitación, tomando precaución.

—Será mejor que no hagas ruido Mountain...— sonrió con sorna, acercándose con paso lento al menor.