TianShan ¦ Drabbles ¦

Mo Zi ;

En las puertas del instituto cuatro amigos se dirigían al interior de este para iniciar su jornada escolar.

Gran parte de la escuela sabía que el popular de He Tian tenía pareja, y era hombre. Algunos lo tomaron bien y otros no tanto pero eso le importaba en lo más mínimo al pelinegro.

Él quería demostrar que aquella bolita pelirroja era suya.

Mo se atrevía a destacar que He Tian parecía tener varias facetas ya sea meloso, burlón, travieso, pervertido, un tanto demonio y algo de sádico.

Y el punto era que en ese momento a Guanshan se le estaba por colmar la (poca) paciencia por cierto pelinegro.

Porque ese día había despertado especialmente empalagoso.

Cualquiera pensaría que es lindo tener la atención de tu novio.

Pero para el pelirrojo era muy, pero muy molesto.

Sin mencionar el ahora nuevo apodo que le fue dado esa mañana: Mo Zi. Debía memorizarlo por si era llamado de esa manera y él no se daba cuenta porque, obviamente, ese no era su nombre.

Mo suspiró con cansancio, tirando su bolso en el suelo apenas se acercó a su asiento, se sentó en su pupitre y acomodó su cabeza entre sus brazos, aun tenían que esperar que llegase el profesor y mientras tanto dormiría algo.

Si bien pensó que no podría siquiera cerrar sus ojos por el bullicio del salon, se equivocó, porque apenas sus párpados se cerraron, se durmió automáticamente.

[...]

Por otro lado He Tian no veía la hora de que las clases terminaran y pudiera ver a su amante en el receso, aunque sea se conformaba con algunos besos de éste hasta que acabe la jornada e ir juntos a su casa.

Sí, eso le pediría. No había forma de que aceptase un “no” por respuesta.

Cuando el deseado momento que estaba esperando llegó, fue técnicamente el primero en salir del salón después del profesor.

Trató a toda costa evitar aquel grupito de admiradoras que tenía, pero como si fuera mala suerte o el destino riéndose en su cara; unas chicas cruzaron el pasillo delante de él y se tiraron encima suyo.

Por fortuna logró tener el equilibrio antes de caer con alguna de ellas.

— ¡He Tian! Saldremos por un helado después de clases, ¿vienes con nosotras? — preguntó una castaña mientras jugaba con su cabello, cual niña inocente.

— Gracias por la invitación, pero ya organicé algo— respondió, escabullendose por uno de los costados—. Tal vez otro día, ¡adiós!

El pelinegro saludó con la mano para luego dar largas zancadas hacia la azotea, donde sabía que se encontraba Mo.

Después de unos minutos, al final lo encontró comiendo su típico sandwich.

A pasos sigilosos se acercó al pelirrojo, ya que este no había notado su presencia. Una vez completamente detrás de él, rodeo la cintura del más bajo con sus brazos, sintiendo como Guanshan se estremecía ante su tacto, sacándole una leve risa.

— Mo Zi... Te extrañé— susurró, apoyando su cabeza en el hombro contrario. Al no recibir respuesta por parte del otro y vio que Mo veía hacia el suelo con una expresión seria— ¿Mo...?

—¿Cuantas veces van ya?

—¿Eh?

— Debe de ser la novena vez...

—¿De qué hablas?

—¡¿Qué tienen ustedes idiotas con hacerme botar mi sandwich?! — gritó el ojirubí, tratando de apartar al mayor con sus brazos en un intento desesperado, fallando.

— Hey, hey. Lo siento, ¿quieres que tu lindo novio te compre otro?— bromeó, apegandolo más a su cuerpo.

— No, ve y muere imbécil.

He Tian rió una vez más, dándole la vuelta a Mo y viéndose ambos a los ojos.

El pelinegro tomó las inquietas manos del pelirrojo, colocandolas sobre su cuello, mientras él rodeaba la esbelta cintura del menor.

— ¿Sabes que te amo?— preguntó el de orbes gris, pegando su frente con la contraria.

— Sí, lo sé... también te amo— susurró, desviando la mirada con un intenso sonrojo.