Entonces oyó que su marido se reía, con un sonido tan rudo y cortante que la encogió y Kiba abrazó su cuerpo tembloroso, sosteniéndolo con sus manos mientras Sasuke murmuraba, seco:

-Me gustaría que repitieras lo que acabas de decir enfrente de Kiba y su esposa Hinata es más fuerte que Naruto. . . te arrancaría la lengua y después contemplaría impasible cómo te desangras hasta morir.

Kiba se rió, una suave carcajada que le nació en lo profundo del pecho, pero Naruto adivinó que apreciaba el sarcástico punto de vista que Sasuke tenía de su mujer.

- ¿Por qué no aceptas, Sakura -continuó, sin alterarse-, que tu sucio juego ha sido descubierto y que ya es hora de que te retires, con cierta dignidad? Te lo advertí cuando te invité, que no estaba dispuesto a soportar esta clase de discusiones

-terminó.

-Si... -murmuró, irritada-, querías humillarme sin poner en peligro a tu doncelito. Eres un malvado, Sasuke -lo insultó, ronca-. Organizaste esta reunión para ponerme en evidencia ante todos. Nadie me estima y ya no pertenezco a este grupo.

-Tú te lo buscaste -se mofó Sasuke sin un gramo de compasión humana.

-Nadie vino en mi ayuda -al fin Sakura parecía tensa y derrotada.

-Tú te lo buscaste -repitió, inconmovible-. Y al fin conseguiste el desprecio de todos.

-Sólo porque el descubrió, de alguna forma, que no envié esa maldita carta -se rió Sakura, un tanto desquiciada-. ¡Qué ironía! Cuando llevé la carta de Naruto al buzón, realmente me comportaba con amabilidad para hacerle un favor; algo poco frecuente en mí. Pero al leer la dirección en el sobre, decidí que no debía molestarme en cumplir con mi cometido. ¡Cielos -se burló, hiriéndolo-, me divertí en grande al leerla!

Naruto se tambaleó de nuevo, la náusea lo hizo palidecer, y Kiba lo sostuvo, mientras el recordaba de nuevo la escena, cómo Sakura bajaba de su coche en medio de la lluvia, buscando el momento preciso en que el sobre azul debió entrar por la boca del buzón y perderse en su fondo. Entonces lo vio. Sakura agitó una mano sobre su cabeza, llamando la atención de Naruto, mientras que con la otra escondía la carta en el bolsillo de su abrigo.

-Ven -le pidió Kiba-, creo que ya oíste demasiada.

Asintió, incapaz de luchar contra otra voluntad y permitió que Kiba lo condujera hasta el arco, donde se detuvo, colocando sus manos sobre los hombros del joven.

- ¿Cuánto escuchaste tú? --le preguntó.

-Casi todo -hizo un gesto y preguntó a su vez-: ¿Qué sabías?

-Casi todo -repitió, pensando, "excepto la parte más importante". La parte que le demostraba que Sasuke jamás recibió la carta. Se estremeció y Kiba lo apretó con sus manos.

-Los vi entrar en la biblioteca, poco antes que tú y Hinata bajaran -le explico la razón por la que estaba en ese sitio-. Y pensé que algo como esto sucedería al verte ir en busca de los niños, así que dejé a Hinata con los Crowther y regresé para evitarte este disgusto... demasiado tarde -sonrió, seco-. Desde que llegó Sakura ha tratado de acorralarlo, a solas -continuó, sin rodeos-. Todos lo adivinaron... incluyendo a Sasuke. Pero no todos sabían las razones por las que quería hablar con él en privado -posó sus ojos sombríos en naruto-. Se ha comportado con cierta desesperación desde que tú volviste a entrar en escena. El hecho de que Sasuke te mantuviera apartado, aquí en el Hall, sólo empeoró su humor. Los del pueblo lo notaron y se preocuparon, porque siempre fue evidente que Sasuke la obsesionaba. Cuando él se casó contigo, se quedó sin nadie... sola, ¿entiendes?

Naruto asintió, comprendiendo lo que su rival sentía.

''Pero lo que yo no entendía era cuán enfermiza era esa obsesión, Naru... hasta que oí esta discusión -Kiba volvió la cara por un instante, apretando la mandíbula con furia y asco-. Pensé que ese incidente de hace diez años me causó bastantes problemas, pero no tiene comparación con lo que hizo contigo. ¿Estarás bien? -indagó-.

El lado oscuro del deseo (sasunaru)Where stories live. Discover now