Capítulo 12

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Sasuke tenía razón. Resultó interesantísimo. Siempre fue un amante imaginativo y excitante quien, con sus enseñanzas tempranas, despertó en Naruto una sed incontrolable por alcanzar la perfección. Pero esa noche sobrepasó a todas las demás; arqueó su cuerpo sobre el de él, gozando con sus pieles resbalosas, mientras Sasuke lo sostenía y le besaba el pecho. El vapor, el calor, el aroma dulce y perturbador del sudor limpio los permeaba y sus jadeos se acompañaban del siseo salaz del agua sobre los carbones ardientes, levantando nubes de vapor que los envolvían, para que todo culminara en un lento y profundo, clímax sensual mejor que cualquiera de los que hasta ese momento habían compartido.

Y después, cuando cargó su cuerpo exhausto entre sus brazos para llevarlo a la ducha, se apoyó contra su pecho y él lo acuno, besándolo bajo el agua, sin que ese beso se coloreara de sexualidad por vez primera desde que eran amantes. Sasuke lo miró con fijeza, permaneciendo bajo la cascada tibia, forzándolo a darse cuenta de lo que negaba a pesar de que volvieron a unir sus vidas.

-Te amo, Naruto -sus palabras confirmaron lo que confesaba sus ojos-. Siempre te amé y siempre te amaré. Si lo prefieres, no me creas. Pero mi amor siempre estará aquí, esperándote. Te amo y no hay nada que tú o yo podamos hacer para sofocar ese sentimiento.

Y, por extraño que le pareciera, le creyó. Sin embargo, ¿qué clase de hombre era aquel que, amándolo de esa manera, lo abandonó cuando más lo necesitaba?

Sasuke esperó, observándolo luchar con sus confusas emociones que se reflejaban en su rostro. La intensidad de su mirada le rogaba que correspondiera, pero Naruto sólo bajó los párpados, incapaz de comprometerse de nuevo, a pesar de que lo amaba. No se atrevía. Porque si Sasuke lo traicionaba por segunda ocasión, sabía que no sobreviviría al dolor de ese engaño.

¿Disminuiría su amor si no se lo confesaba?, inquirió una vocecilla impaciente dentro de su cerebro. No, se contestó, vacío. Pero al menos, esa vez, conservaría su orgullo.

El silencio entre ambos se extendió, volviéndose largo y pesado. El único movimiento en la habitación provenía del siseo de la ducha que enviaba una cascada de agua sobre los hombros de Sasuke, salpicando el rostro hinchado de Naruto donde recibió los besos de Sasuke, los pezones oscuros, tensos, erectos, llamándolo, llamándolo siempre.

Como si lo supiera, él los tomó entre sus manos, sopesándolos, igual que hizo años atrás cuando se amaron por vez primera. Y las lágrimas llenaban los ojos de Naruto ansiando, indefenso, lo que un día fue, mientras los recuerdos le aplastaba el corazón. Sasuke inclinó la cabeza y lo lamió y Naru se irguió de nuevo, con las pupilas fijas, inmóviles, al ver que una luz parecía salir de Sasuke.

-Te amo -repitió él-. Sólo Dios sabe cómo lo resistiré si no logro que te enamores de mí. Pero no puedo negarlo: te amo -y su boca cubrió la de él, tibio, temblando bajo el poder de sus propias emociones. Después lo soltó, se volvió, desviando la cabeza y, sin otra palabra, lo dejó solo, temblando bajo la ducha.

Esperaba que él se encerrara en su concha después de esa admisión, pero no lo hizo. Ni siquiera cuando Naru entró en el dormitorio, media hora más tarde, con expresión precavida para acercarse a la cama. Estaba recostado, contemplando el techo y en el momento en que lo vio sonrió y le tendió una mano, invitándolo a reunirse con él en la cama.

Esa noche Naruto lloró como nunca hasta que ya no le quedaron lágrimas, mientras él lo abrazaba con fuerza, sin decirle nada, acariciándole la cabeza hasta que se durmió, exhausto, sumiéndose en un sueño profundo y sin imágenes.

Al día siguiente, Sasuke sacó a colación el tema de la fiesta, dándole a Naruto la lista de las personas que deseaba invitar. Al ver el nombre de Sakura, se desconcertó y la incomodidad que sentía por la frialdad con que respondió a la declaración de su amor, desapareció bajo una ola de celos amargos. ¿Así que Sakura seguía siendo una parte agradable de su vida?

El lado oscuro del deseo (sasunaru)Where stories live. Discover now