𝐭𝐡𝐢𝐫𝐭𝐲-𝐬𝐞𝐯𝐞𝐧

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 JOHN B Y YO NOS SENTAMOS en el muelle en silencio durante una hora más o menos, absorbiendo la leve brisa y disfrutando del sonido de las pequeñas olas

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JOHN B Y YO NOS SENTAMOS en el muelle en silencio durante una hora más o menos, absorbiendo la leve brisa y disfrutando del sonido de las pequeñas olas. Antes de darme cuenta, los bostezos se acercaban cada vez más y mi largo día comenzaba a afectarme. Me levanté, sacudiéndome los pantalones cortos y mirando a John B.

-Voy a seguir adelante y dormir un poco. Kie y JJ están en casa, eres más que bienvenido a unirte.

-No, creo que podría sentarme aquí un poco más y luego estrellarme en mi propia cama.- respondió, mirándome antes de asentir con la cabeza hacia el horizonte.-Además, tal vez podría quedarme y esperar despierto hasta el amanecer. Ver de qué se trata todo el bombo.

-La oferta estará válida en caso de que te canses y no quieras estar solo- sonreí, alejándome del agua.-Y si te quedas despierto, déjame saber lo que piensas sobre mi interesante hábito matutino.

-Lo haré.- se rió, asintiendo hacia mí. -Buenas noches Junie.

-Buenas noches, John B-respondí, dándole una suave sonrisa antes de darle la espalda y luego caminar por el muelle, distanciándome de él.

Abracé mis brazos mientras caminaba por su patio y hacia el terreno que separaba nuestras parcelas de tierra. Agachándome debajo de las ramas, entré al claro y luego hasta la puerta, abriendola ligeramente antes de subir los escalones y entrar por la puerta principal. La lámpara de la mesa de la cocina se había atenuado considerablemente y me acerqué a ella, apagándola completamente antes de dirigirme al sofá donde había visto a JJ por última vez.

Como era de esperar, estaba completamente tumbado, la manta todavía lo cubría y su cabeza se volvía hacia mí, con sus ojos cerrados. Probablemente fue lo más pacífico que le había visto. Sus cejas se fruncieron ligeramente y parte de su pelo rubio desgreñado caía contra un lado de su cara. Miré hacia el pasillo, viendo que la puerta de mi habitación todavía estaba cerrada, lo que significaba que Kie probablemente todavía estaba profundamente dormida en mi cama. No quería molestar a ninguno de los dos, sabiendo lo duro que parecía llegar el sueño en estos días, así que lentamente me alejé del sofá y me volví para ir hacia el pasillo y bajar a la habitación de invitados.

-¿A dónde vas?- JJ murmuró, moviendo la cabeza contra la almohada del sofá.

Me volví para verlo tirado allí, con los ojos aún cerrados.

-No quería despertarte. Pensé en ir a dormir a la habitación de invitados.

Se aclaró la garganta, manteniendo los ojos cerrados mientras levantaba la manta hasta la mitad y se empujaba hacia el respaldo del sofá.

VAPOR | OUTER BANKS ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora