Capítulo 27

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Corrió a comando, sin poder pensar en nada concreto.

Sus ojos estaban empañados de sus lágrimas y no era capaz de ver bien por dónde iba. Estaba llorando y no podía detenerse.

San no podía estar muerto, ¿verdad? Le habían apuntado a la cabeza, pero eso no significaba que estaba muerto, ¿no...?

Se detuvo, se estaba ahogando.

San, ¿Por qué San? Él era su lugar seguro. Él era los ojos que brillaban al verle, brazos que eran como sus pilares y que le mantenían de pie, era el aliento fresco que le decía que todo estaría bien.

Él era su... amigo o algo así.

No, no podía haberse ido. No podía irse así como así sin despedirse siquiera.

Su corazón no paraba de latir fuerte, adolorido, caliente y quemándose entero. Se había quedado solo con un corazón vacío sin su razón para latir.

No sabía cuánto significaba San para él y eso era lo que más dolía, nunca se imaginó que terminaría. Se gustaban, eso lo sabía, pero... ahora ya eso no significaba nada.

—Ugh, duele —dijo apoyándose de un árbol y sentándose a los pie de este.

No tenía miedo, podría morir ahora y le daría igual, podían agarrarlo los guardias de su tío y tampoco podría importarle menos. Si moría le era irrelevante. Sólo quería estar con él, ahora. Había encontrado su libertad en él y ahora ya no estaba... ¿o sí?

Agarró su cabeza, puede que se estaba exaltando, nunca vio a San herido, sólo escuchó la bala dispararse y como los ojos de San se agrandaban mientras su cuerpo colapsaba.

No vio más, no sabe más. Corrió sin mirar atrás después de eso.

Wooyoung no sabía realmente. Pero eso no evitaba que su corazón doliera y su mente repitiese lo que pasaba una y otra vez. Su estómago se

Escuchó un ruido, interrumpiendo sus pensamientos. No se movió ni un centímetro de donde estaba a pesar de que su cuerpo respondía con nerviosismo.

—¿Quién...?

—Tranquilo, niño. Soy solo yo —dijo alguien saliendo de las sombras que creaban los bosques. No era tan tarde, diría incluso que quedaban unas horas para que llegara el anochecer, pero los ojos rojos de Yeonjun brillaban como animal en acecho de su víctima en medio de la débil oscuridad que les rodeaba.

—Oh —su cuerpo no se relajó del todo.

—¿Estás preocupado? Todos están buscándote.

—¿Qué? —se sorprendió, pero luego atinó a preguntar atropelladamente— ¿San? ¿Cómo está San?

Yeonjun entonces borró su sonrisa y negó un poco con su cabeza.

—Lo estaban revisando cuando lo vi por última vez.

Wooyoung no sintió más calma, pero sus pensamientos cesaron y se mantuvieron en línea.Iba a preguntar más, pero Yeonjun habló primero.

—¿Cómo estás? ¿No te ha pasado nada, verdad? —preguntó Yeonjun acercándose e hincándose frente a él, tomando su mano elegantemente.

—No, nada —quitó su mano del agarre del otro, delicadamente, desganado.

Yeonjun entonces se quedó en silencio observando.

—Tú lo quieres, ¿no?

Él se alteró con esa pregunta, ¿Lo había notado?

—¿Qué? ¿De quién hablas...?

realeza » [woosan]Where stories live. Discover now