Olivia, una pelirroja normal y corriente a la que le gustaba pasar el tiempo con sus amigos, los merodeadores, gastando bromas, y su mejor amiga Molly.
Es raptada y capturada en una dimensión aislada del tiempo y el espacio, donde es torturada.
Cuan...
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Moon y Nagini no se llevaban bien, Olivia necesitaba una solución desesperadamente.
Si, al final había acabado llamando a la serpiente Nagini. Ya sabía que se llamaba igual que la serpiente de su secuestrador, pero algo en su interior la decía que ese nombre era el indicado, debía de llamarla así, además tenía que limpiar el nombre.
Que un villano que parecía sacado de un cuento, a pesar de ser muy real, le hubiera puesto ese nombre a su serpiente, no debería de impedir que otros reptiles se llamaran igual, ni tampoco debía de ser la causa de cambios de nombre.
La verdad, hasta esa misma mañana no había sabido que se llamaba Voldemort, en la negrura, él la había dicho que le llamara Señor Riddle, o Tom, pero no había mencionado el nombre de Voldemort. Aun así ella nunca le había hecho caso y siempre le había llamado desnarizado.
Pero los nombres del hombre que aterrorizo a varias generaciones, no era el tema que ocupaba la mente de la chica. Tenía que buscar algún remedio para que sus mascotas no se matasen entre sí.
No lo había pensado bien cuando acepto quedarse con Nagini. No pensó en que pasaria cuando Moon se recuperase, le tendría miedo a la serpiente, seguro que le tendría miedo.
Aunque la ardilla no tuviera miedo del reptil seguiría sin ser buena idea juntarles, Nagini podría hacer daño a Moon, daño de verdad.
—Me estas empezando a marear.—comentó Louis el cual se encontraba sentado en la cama de la chica, mientras esta daba vueltas sin parar de un lado a otro.
El chico también empezaba a ser un problema. Olivia se había descubierto más de una vez contemplandole. En ese momento no queria tener ninguna relación sentimental, por lo que empezaba a preocuparle lo que podria llegar a pasar.
Louis por su parte estaba contento, Olivia era la chica que más tiempo estaba durando fuera de los efectos de su sangre veela, a primera vista no parevia sentirse atraida por él, asi que su amistad duraría más tiempo.
La amistad más larga que el rubio había tenido con una persona del sexo opuesto había durado dos semanas, aunque normalmemte las chicas solo tardaban un par de días en caer en los encantos de su sangre, por lo que Olivia ya empezaba a ser un record, casi dos semanas.
Aunque no lo admitiría, esto también le preocupaba, si Olivia no sentía absolutamente nada por el, significaba que era su alma gemela, y aún no estaba preparado para encontar a la persona con la que pasaría el resto de su vida.
El adolescente no tuvo mucho más tiempo para pensar, pues la pelirroja comenzó a despotricar sobre su confusion e incertidumbre al respecto de lo que haría con los animales.
—¿Te podrías quedar tú con alguno de los dos?—preguntó Olivia acercandose a la cama y poniendo ojos suplicantes de cachorrito, mientras hacía un puchero.
