82.

488 86 11
                                    


—Te gusto porque soy bonita, ¿verdad?

—No es solo eso —Rusia le acarició la mejilla—. Es todo lo que eres, Canadá.

Sonó a un sueño.

Pero los sueños terminaban.

—¿Y si fuera un chico? —lo miró esperanzada—. ¿Te gustaría igual?

—¿Qué?

—Russie... —su voz tembló—. Soy una de esas representaciones que alterna su sexo... Pero yo no puedo controlarlo... Cambio sin saberlo... —no pudo mirarlo por miedo—. Tal vez un día despiertes y sea un chico el que se quedó dormido entre tus brazos... Y tal vez, en un mes, vuelva a ser una mujer como ahora...

—Eso es... increíble...

—Te gusto ahora —sus ojos se cristalizaron—. Pero ¿y después?

Las lágrimas se deslizaron por las mejillas de aquella muchacha.

Y Rusia no pudo imaginar ese rostro transformado en uno varonil.

—Es difícil saberlo —fue sincero.

—No quiero que sientas asco de mí, Russie... Que me odies porque un día simplemente cambié de forma física... —respiró temblorosamente—. No podría soportarlo otra vez.

—¿Ya pasó?

—Y siempre duele... —se limpió las mejillas—. Así que... Creo que ya no saldré contigo.

—Canadá —quiso tomarle de la mano.

—Ucrania me lo dijo... —lo miró unos segundos—. Solo sales con chicas... Y yo puedo o no puedo serlo...

—Canadá... déjame pensarlo... un poco...

—Dejemos esto como una amistad, antes de que me enamore más de ti y antes de que me rompas el corazón... Por favor.

No la detuvo.

La vio irse sollozando.

Y se sintió pésimo.

Pero Rusia no pudo procesar la información que acababa de recibir.

Indispensable [Canadá x Rusia]Where stories live. Discover now