Capítulo 29

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Holaaa! Aqui os dejo el capítulo 29, me parece un poco soso pero bueno, creía que era necesario que hablasen entre ellos y se conociesen más para que de verdad puedan enamorarse por la manera en la que piensan, cositas en común, ya sabeis... :D

El caso, que espero que os guste, NO OLVIDEIS DARLE A LA ESTRELLITA, Y COMENTARME AL FINAL LO QUE OS HA PARECIDO ;)

PD: Por fin vuelve a ser Alex quien narra. ¿Lo echabais de menos?

ALEX P.O.V

Trago duro, no solo por el hecho de tener que pasar la noche con una Phoebe mojada y en ropa interior en una cabaña en el culo del mundo, si no por la calidez que sus pequeños y finos dedos dan a todo mi cuerpo simplemente por el hecho de estar entrelazados con los míos.

Sin poder dejar de observar sus movimientos me pregunto una y otra vez lo mismo. ¿Cómo puede, siendo tan pequeña, ser tan intensa y arrolladora?

Nada más verla piensas que una cosita tan pequeña y linda como ella no puede ser otra cosa que inofensiva y dulce... y de repente te encuentras rompiendo todas tus promesas auto impuestas, con los labios a dos centímetros de los suyos y con tu mente recordándote lo mucho ¡MUCHISIMO! que te mueres por probarla y no soltarla jamás aunque eso implique despojarla de toda inocencia.

Brujería. No hay otra explicación.

-Brujería, brujería, brujería...- Me repito entre susurros, una y otra vez, mientras Phoebe se agacha para coger las llaves de la cabaña, escondidas bajo una piedra, y deja a la vista una buena imagen de su perfecto trasero.- Solo brujería.

Ni yo me lo creo.

-¿Eh?- Cuestiona Phoebe mientras se levanta y clava sus ojos en los míos.

-Nada.- Digo completamente obnubilado. ¿Es posible no sentirse extasiado con su imagen? Si ya de por si es preciosa arreglada, no puedo describir lo hermosa que está ahora, con mechones de su pelo mojado rozándole la cara suavemente, suplicándome que deje a mis dedos acercarse a ellos para separarlos de sus mejillas sonrojadas y me dejen ver bien su perfecta sonrisa y sus ojos brillantes por la diversión del momento; con las pestañas llenas de gotitas de agua dulce y su piel húmeda y brillante a causa de la humedad; con sus labios rojos por la manera en que sus dientes aman morderlos.

Quiero guardar esta imagen en mi mente para siempre.

-¿Vamos?- Pregunta mientras da un ligero tirón a nuestras manos entrelazadas.

-Vamos. - Me resigno. No debería entrar en esa cabaña, no debería quedarme a solas con el pecado que más deseo cometer, y no debería sentirme feliz por haberme resignado a aceptar.

Pero lo hago y, jodida mierda, espero no arrepentirme.

La cabaña es agradablemente sencilla y hogareña; solo cuenta con unos fogones, una sencilla mesa de madera con cuatro sillas a juego, un armario empotrado, una chimenea y una cama de matrimonio.

Una única cama de matrimonio.

Mi garganta me descubre cuando trago tan duro que hace que Phoebe se gire hacía mi sorprendida.

-Um... trague saliva por el lado que no era...-Miento. ¿Se nota?

Ella me sonríe ligeramente y noto, a través de temblor de nuestras manos unidas, como el frio empieza a causar estragos en ella.

Yo no puedo evitar echar un vistazo a toda la piel de gallina que la velocidad de mis ojos me permita.

Necesito taparla, no solo por el hecho de que tenga frio, más bien porque su increíble cuerpo desnudo está caldeando demasiado el ambiente.

Más que la hija de Grey ©Where stories live. Discover now