Capítulo 31

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Sé que he tardado, sé que es corto y sé que os mereceis muchísimo más, pero lo siento muchísimo, he estado liada, tengo la cabeza en las nubes, no me inspiro, no tengo casí tiempo y encima cuando intento hacerlo me distraigo con cualquier cosa, espero salir de esta racha pronto y daros todos los caps que os mereceis :) ♥♥♥

PHOEBE P.O.V

-¿Lo tienes todo?- Pregunta Alex desde la puerta.

-Creo que sí.- Contesto con una sonrisa mientras paso la mirada por la ya vacía habitación.

-Pues vámonos antes de que tu padre me fusile.

Yo rió como respuesta mientras veo al hombre que hace unas horas me estaba besando atravesar la puerta a paso ligero.  Si fuese por mi eliminaría el paso ligero de nuestro vocabulario, iría despacio a cada lugar o más bien no me movería de esa cabaña jamás, pero al parecer Alex no piensa lo mismo. En la corta hora que llevamos despiertos Alex me ha debido de meter prisa para irnos como quinientas veces. Sí, fue tranquilo a la hora de despertarme con una ligera caricia en mi mejilla como si fuera el ser más frágil del mundo a la vez que el más hermoso, pero ahí se acabo el romanticismo. Con un " ya ha amanecido" un "no llueve" y un "Vamos, tu padre está furioso" la velada terminó. Y aunque esas frases me hubiesen bajado un poco de la nube, las constantes caricias que Alex me regaló cada vez que nos cruzábamos mientras recogíamos el pequeño desorden creado por nuestra estancia allí me libraron de las pequeñas paranoias que empezaban a nacer en mi cabeza.

-Eh, ¿Qué haces?-Pregunto mientras dejo mi bolso en la parte trasera del coche.

-El coche es de los dos,- Sonríe con suficiencia.- tú lo condujiste para venir, ahora me toca a mí para volver, así aprenderás como se debe conducir esta belleza.- Y con eso se interna por completo en el asiento del conductor y cierra la puerta. Yo no tardo en seguirle, entre divertida y vengativa.

-¿Vuelves a insinuar que conduzco mal?- Pico al sentarme a su lao, mientras pulsa el botón de arranque y yo me pongo el cinturón.

-Para nada.- No le creo. Y con una sonrisa burlona se lo hago saber.- No insinúo eso, te digo directa y sinceramente que conduces mal.

Mi boca se abre a la vez que mi móvil cae al suelo con 34 llamadas perdidas de mi padre, hermano y madre.

-¡No conduzco mal!

-Phoebe pisas el acelerador sin darte cuenta y cuando por fin te enteras de la velocidad que llevas das un frenazo horrible, tienes que ir más fluidamente, tener en cuenta todos los factores: Velocidad, el entorno, cuando cambiar de marcha... No puedes evadirte si tiendes a acelerar por ti sola.

-Que aburrido eres, coño.- Me burlo antes de ponerme a pintarme los labios frente al espejo del parasol.

-Yo también te adoro.- Bromea, sin darse cuenta de que su chiste crea unas agradables mariposas en mi estomago.

El resto del camino la conversación sigue ese mismo curso, bromas, puyas, consejos sobre cómo conducir y las posibles muertes de Alex a manos de mi padre, pero ni una vez, ni una sola vez, hablamos del beso de la noche anterior.

-Phoebe, pero...

-He dicho que no, es mi padre, me toca a mi tratar con él, vete a casa. Te contactará de todas maneras.

-Por eso es mejor hablar con él ahora.

-No. Quiero ser yo quien hable con él, por favor.

Después de varios segundos de silencio y de que los ojos de Alex se clavasen en los míos estudiándome sin descanso sin importarle ser visto desde todas las cámaras de seguridad de la puerta de mi casa, cedió.

Más que la hija de Grey ©Where stories live. Discover now