Epifanía.

441 41 1
                                    

De un momento a otro Calum coge su vaso vacío, y camina hacia el interior del local, supongo que para escapar de toda la tensión que había en el ambiente, y aprovechar para rellenar su vaso. Decido resignarme ante la idea de hacer como que nada a pasado, cierro mis ojos por unos segundos, tomando el suficiente aire como para calmar un poco mi enfado, y me dispongo a caminar hacia él. Sin embargo, sé que hablar en el local no es lo más correcto debido a la música, por lo que decido esperarlo sentada en uno de los bancos cercanos a la puerta.

Cuando estoy a punto de darme por vencida, cansada de esperar, lo veo aparecer, y pasar de largo para dirigirse a la mesa. Suspiro y una vez me pongo en pie llamo su atención.

- Calum.- Camino en su dirección viendo como ni siquiera se detiene al escucharme decir su nombre.

- Olvídalo Audrey, he tenido suficiente por hoy.- Pronuncia con un tono encrespado.

- Esto es ridículo, joder, Georgia tiene razón.- Gesticulo de más con mis manos a pesar de que se que no está mirándome.- Deberíamos poder hablar de todo como adultos que somos. Creo que tenemos demasiadas cosas pendientes como para dejarlo pasar como si nada una vez más.

- Vaya, ¿ahora resulta que no te gusta actuar como si nada sucediera?- Tengo que frenar mi cuerpo de forma repentina para no chocar con el suyo cuando se gira de forma brusca hacia mi.- Porque creo recordar que era lo que más te gustaba hacer.- Trato de buscar la forma de iniciar esta conversación sin que sea mediante algún reproche, ira o rabia.

- Es que no sé ni por donde empezar... De verdad que más de una vez he pensado en cómo actuar si esta conversación sucedía, pero...- Trato de aclarar mis pensamientos antes de seguir hablando.

- ¿Qué tal si empiezas disculpándote por amargar mi vida?- Su ceño se encuentra fruncido.- Puedes empezar por ahí y seguir por acusarme numerosas veces de haberte sido infiel, o por haber actuado como una maldita celosa inconformista, y que no se te olvide mencionar la parte en la que sólo te quería para follar.- Su voz suena cada vez más airada, provocando que me sienta algo avergonzada por estar hablando demasiado alto, sabiendo que hay gente a nuestro alrededor. Agarro su brazo y tiro de él para llevarlo a un lugar más apartado de la multitud.

- No es tan sencillo, Calum.- Enfrento su mirada la cual estaba puesta en mí.- Todo lo que pueda decirte al respecto va a sonarte a excusa, ni siquiera soy capaz de entender tanta rabia contra mí sabiendo que has sido tú quien cortó la relación porque ninguno íbamos a ser felices, y aún parece que sigas sintiéndote igual después de todo un año.

- ¿Pero qué coño te piensas que todas tus actitudes durante más de tres años no me han afectado en nada? ¿En qué clase de mundo vives? A lo mejor es que hace falta que te diga que me sentía mal simplemente por salir con mis amigos porque sabía que te iba a hacer daño, por lo que inconscientemente evitaba salir en la mayor parte de las ocasiones. O que llegaba al trabajo con tantas mierdas tuyas en la cabeza que era incapaz de concentrarme en las de mis pacientes. Joder Audrey, que estaba tan mal que me llegué a pelear con mis amigos de siempre por mierdas sin sentido.- Yo me quedo en silencio, procesando todas su palabras y la rabia con la que las suelta.- ¡Si casi me rompes la cabeza con mi propio teléfono por montarte tus malditas películas!.- Esta vez su tono se vuelve distinto, como si aún alucinara con sus propias palabras como si las hubiera escuchado por primera vez. En cuanto termina de hablar noto como respira pesadamente por la forma en que se mueve su pecho.

- En ese momento no era consciente de que lo que estaba haciendo era tan horrible, estaba tan obsesionada con no perderte y con el miedo constante de que encontrases a alguien mejor, que al final conseguí que te alejaras simplemente porque yo era la peor persona con la que podrías estar. Ahora entiendo que a veces no es el amor lo que se termina, si no la paciencia.- Intento hablar de la forma más calmada que puedo a pesar de que siento como mis manos tiemblan ligeramente por la tensión.- Es estúpido que me disculpe por algo que no voy a poder cambiar, pero sí me arrepiento de haberte hecho pasar por todo ese infierno. Sé que no mereces nada de eso, ni antes ni ahora, y sé que es difícil de creer, pero me he dado cuenta de mis propios errores.- Mordisqueo mi labio con nerviosismo por algunos segundos.- Puedo asegurarte que esa Audrey quedó muy atrás, aunque tampoco te voy a mentir, sigo trabajando cada día por mejorar, ha pasado poco tiempo, pero ahora sé que todo eso de lo que te culpaba estaba solamente en mi cabeza.- Tomo una bocanada de aire, dispuesta a contarle sobre una de las situaciones más difíciles a las que me he enfrentado.- De hecho, decidí buscar ayuda profesional, y no sólo en referencia a mis múltiples inseguridades con mi físico y mi personalidad.- Agacho mi mirada no siendo capaz de abarcar el tema con mis ojos fijos en los suyos.- Incluso tomé la decisión de acudir a una sexóloga.

Burned out like a cigarette (Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora