- El próximo año -

72 13 0
                                    


Si bien sabía perfectamente que la meta de Henry era la política no pude evitar pensar que sería un gran profesor si decidía dedicarse a la educación, pues ver la forma en la nos explicaba a Alan y a mí los contenidos de nuestra clase de ciencias sociales era clara muestra de sus habilidades pedagógicas. Era común que cuando se acercaba el fin de año los tres nos reuniéramos a estudiar de esta forma, cada uno haciendo de tutor en las asignaturas que más manejaba y luego haciéndole preguntas al resto.

Alan ya había expuesto acerca de lenguas y yo me había encargado de historia y física, por lo que ambos nos hallábamos sentados en el piso sobre unos cómodos cojines mientras el pelirrojo iba revisando su cuaderno de notas y escribiendo en los vidrios del balcón de su habitación con plumones de colores. Había un mapa conceptual extremadamente bien organizado que unía ideas y nos hacía más fácil seguirle la pista mientras hablaba.

Me reacomodé en el piso y tomé mi cuaderno, escribí unas cuantas cosas mientras asentía y luego lo guardé cuando me sentí satisfecha. Alan no escribía, en verdad nunca lo hacía, era pésimo tomando notas en clase y por eso prefería que le explicaran las cosas o simplemente leerlas.

-¿Preguntas?- finalizó Henry.

Nos miró con ojos inquisitivos, Alan y yo sacudimos la cabeza en una negativa. Él alzó los hombros despreocupado y miró hacia el ventanal echándole un rápido vistazo a su creación y luego comenzó a borrarla con la manga de su sweatter.

-¿Cómo estás?- le pregunté a Alan, dándole un suave empujón con mi hombro.

-Estaba bien hace diez minutos cuando me preguntaste.- dijo relajado.-También estoy bien ahora.- agregó.

-Sólo te estoy monitoreando.- sonreí.

-Al fin terminó.- resopló Henry, refiriéndose a nuestra sesión de estudios.

Lanzó su cuaderno sobre su escritorio y se sentó a mi lado, apoyando su cabeza en mi hombro y cerrando los ojos mientras bostezaba. Le di unas palmaditas en la cabeza y me cubrí la boca para no bostezar, porque obviamente el sueño era contagioso.

-Podemos irnos si estás cansado.- le dije.-Deja que llame para que nos recojan.-

-No estoy nada cansado.- dijo, sin esforzarse por cambiar su posición.-Estoy listo para escuchar más de sus dramas, ya que yo no tengo ninguno...- sonrió burlón.

Alan se frotó una mejilla con cierta incertidumbre, pude ver en su expresión la inquietud que continuaba acechándolo luego de haber terminado con Lara. Las cosas entre ellos continuaban siendo raras, pues cada vez que se topaban se miraban y, por razones que yo no lograba entender, se detenían y hablaban por unos dos minutos antes de que alguno decidiera escaparse. ¿De qué hablaban? De cualquier cosa, según Alan, simplemente no podían dejar de hablarse... ya fuera de lo aburrida que fue la clase, del nuevo estuche de lapices de Lara o de la bufanda que Alan había perdido. Era raro, pero ninguno estaba dejando ir al otro a pesar de que se miraban con resentimiento.

Por otro lado estaba yo con mis cosas, las cuales obviamente ellos ya sabían de primera fuente. Y Henry... bueno, él realmente no tenían roces con nadie. Se estaba encargando de su puesto en el Centro de Estudiantes y organizaba diferentes eventos con ellos, a veces con otras escuelas privadas cercanas; habíamos tenido una semana de intercambio con algunos alumnos y un día de competencias deportivas amistosas, también había agregado dos ONG's a la lista de lugares en los cuales hacer servicio comunitario. Definitivamente Henry no estaba viviendo su juventud como todo joven.

-Yo ya les conté todo.- dije.-Es a ti al que le falta algo de acción en la vida.- dije sacudiéndolo.

-No quiero acción.- se quejó.

Mi Último AñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora