- No es el final -

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En realidad sí es el capítulo final 

y por la demora es extra  extra largo.

<3



-¿Cómo va tu día?- le pregunté a Val.

Él alzó la vista desde donde se hallaba cómodamente sentado y sus ojos cayeron inmediatamente sobre la barra de chocolate que le ofrecía, la recibió con un ligero quejido y luego la abrió con los dientes. Satisfecha con aquella recepción decidí sentarme a su lado y esperar pacientemente que me respondiera.

Era obvio que seguía un poco molesto conmigo, pero yo estaba dispuesta a darle tiempo de aclarar su mente; después de todo me sentía un poco culpable y las últimas semanas habían sido difíciles para él y, en verdad, para toda su familia. Al menos ahora me estaba dando más detalles personales de los que logré sacarle en casi dos años de amistad.

-¿Tiene maní?- preguntó luego de darle un mordisco al chocolate.-No me gusta.-

-Eres tan difícil de complacer.- suspiré.-Ten.- le di otra barra, pero esta sólo de chocolate.

-Mejor.- la aceptó.

-Entonces... ¿qué tal?- insistí.

-Ya sabes, no he prestado atención en clase y sigo armando un plan para fugarme de casa, lo normal.- dijo despreocupado.

-Vamos, Val.- le pedí, en voz baja.-No me digas eso.-

Lo vi inspirar y luego exhalar con fuerza, masticó ausente su chocolate y al cabo de unos minutos frunció el ceño. Mi paciencia era sobrehumana cuando estaba con él, era el único amigo que tenía que era así de cerrado y no estaba acostumbrada a eso, Henry y Alan siempre me hablaban de sus problemas... Val era duro, y a decir verdad, sentía que se estaba abriendo un poco conmigo sólo porque de alguna forma estaba involucrada, aunque fuera indirectamente.

-Llegaron a un acuerdo.- dijo al fin.

-¿Tus padres?-

-¿Quién más?- preguntó alzando una ceja.

"Paciencia" me dije a mí misma. Sabía que hasta el momento habían dos opciones para el futuro de Val; la primera era que el próximo año lo enviarían a un internado de hombres en el extranjero; y la segunda que se quedaba en la academia, pero sin beneficios como su mesada y prácticamente castigado todo el año.

-¿Y?-

-Mamá quiere que me vaya con ella, dice que puede aportar más en mi educación que papá.- dijo con una risa amarga.-Es gracioso, porque hace unos meses no le importaba tanto donde viviera yo o Dom.-

-Pero... irte con ella es mejor, ¿cierto?-

-Supongo.- suspiró.-De todas formas sigue siendo un castigo, así que es una mierda.-

Me mordí la lengua porque quería darle todas las razones por las cuales irse con su madre era una buena idea, pero estaba segura de que a Val no le gustaría escucharme ser optimista. Pero no podía dejar que tuviera esa postura tan miserable, así que hablé de todas formas.

-No será tan malo, sólo piénsalo.- dije rodeándole los hombros con un brazo.-Imagínalo: nueva casa, nueva escuela, nuevos amigos... nuevos lugares para explorar, nuevas actividades y hobbies. ¡Es una oportunidad!- dije sacudiéndolo un poco.

-Te odio.- soltó entre dientes, aunque no sentí mucha animosidad en esa afirmación.

-Si sólo vez lo malo, claro que será horrible, y no estoy diciendo que sea lo mejor, pero al menos inténtalo.- le pedí.

Mi Último AñoWhere stories live. Discover now