- Cuentas claras -

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-Esta es una de las cosas más inesperadas que me han contado.- dijo Alan.-Me habría sorprendido menos si me hubieran dicho que ustedes se habían besado.- nos apuntó.

Henry y yo nos miramos con el ceño fruncido, luego rodamos los ojos casi al mismo tiempo y volvimos nuestra atención a Alan. Ya le habíamos contado acerca de todo el drama con Elías por teléfono, pero ahora estábamos los tres de camino a la academia luego de que recogiéramos a Henry en el centro de la ciudad y ese tema surgió naturalmente en nuestra conversación.

-Esto me dejó pensando.- dijo Henry.-Quizás no debería ser tan amable con todos, no lo sé, quizás estoy enviando señales confusas sin darme cuenta...-

-No digas tonterías, es bueno que seas amistoso ¿cómo crees que ganaste esas elecciones?- le pregunté.

-Chicos, esto es inesperado pero no es raro.- nos dijo Alan.-Es tan simple como que a Elías no le gustaba Maya, si tu no estuvieras en la academia probablemente le hubiera gustado otro chico.- dijo dirigiéndose al pelirrojo.-No es tu culpa, ni culpa de Maya; recuerden que Elías es una persona pensante capaz de tomar decisiones.-

Suspiré mientras me dejaba acurrucar en el asiento. Alan tenía razón, pues habíamos estado hablando como si Elías fuera un ente pasivo que simplemente existía en el universo; y claramente no era así, mi ex alma gemela había tomado una decisión por su cuenta, había elegido a Henry.

Ahora sólo me quedaba aceptarlo y superarlo, pero por el cariño que mi corazón aún le guardaba a Elías necesitaba asegurarme de que todo el asunto terminara bien. Sabía que Henry era gentil, pero todo esto lo traía más nervioso de lo común y eso podía jugarle en contra.

-Tienes que dejarle todo claro hoy.- le dijo Alan dándole un codazo.

-¿Qué? ¿Qué?- preguntó, saltón.

-Mientras antes mejor, ilusionarse duele ¿ok?- le dije con cierta rudeza, estaba sufriendo en mi interior.

-Tiene razón.- me apoyó Alan.-Anda, llámalo y dile que quieres hablar con él antes de que empiecen las clases.- le indicó.

-¿Tan pronto?- preguntó sorprendido.-Digo, puede esperar hasta el almuerzo.-

-Nuestra primera clase es con él, no dejes que sea incomoda.- dije.

Henry suspiró derrotado y se restregó los ojos con las manos, luego sacó su móvil del bolsillo de su blazer y le marcó. Alan y yo guardamos silencio, mirándolo expectante y tratando de aguzar el oído.

-Hola, Elías...- dijo Henry.-Gracias por contestar, oye... me preguntaba si podíamos vernos antes de entrar a clases hoy.- dijo con rapidez, pero sonando tranquilo.-Sólo quiero... hablar, veámonos en la terraza ¿sí?-

La llamada fue corta, pero al parecer muy eficaz; pues nuestro amigo guardó su teléfono y nos sonrió sin mucho animo.

-No creí que fuera a contestarme.- comentó.

-Bueno, supongo que ya está todo listo.- dije asintiendo.

Mi mente estaba trabajando en la forma adecuada de acercarme a Elías la próxima vez para hablar, pues para mi la vía del dialogo siempre había logrado dejarme la consciencia tranquila cuando me encontraba con problemas o malos entendidos. Tenía la necesidad imperante de sincerarme con él, necesitaba darle un cierre a mi encaprichamiento.

El automóvil se detuvo frente a la academia y los tres bajamos de él mientras continuábamos hablando del chico. Henry respiró hondo antes de adelantarse para llegar a la terraza y nos prometió que apenas terminara de hablar con Elías nos enviaría un mensaje de texto con las nuevas.

Mi Último AñoWhere stories live. Discover now