Capitulo treintaiuno: ¿No vamos a usar magia?

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(Aviso importante al final del capítulo)

—¡Que injusto! —exclamó Hermione intentando consolar a Harry, ya que le había salido mal la poción que nos había dado el profesor Snape—. Tu poción era mucho mejor que la de Goyle; cuando la puso en la botella, el vidrio estalló y se le prendió fuego la túnica.

—Pero, ¿desde cuándo Snape es justo conmigo? —dijo Harry sin apartar la vista de su plato.

—Yo creía que este año se comportaría un poco mejor —comenté—. Ya saben... —mire a mi alrededor y nadie pasaba cerca de la mesa—, ahora que ha entrado a la Orden y eso.

—Los hongos venenosos nunca cambian —sentenció Ron sabiamente y rodee mis ojos—. En fin, yo siempre he pensado Dumbledore está loco por confiar en Snape. ¿Qué pruebas tiene de que dejó de trabajar para en Innombrable?

—Supongo que Dumbledore debe tener pruebas de sobra, aunque no las comparta contigo, Ron —le espetó Hermione.

—¿Quieren parar de una vez? —dijo Harry con fastidio—. ¿Tienen que pelearse todo el tiempo? No paran de provocarse el uno al otro, están volviéndome loco —añadió, y aparto su budín de carne y papas, se colgó la mochila al hombro y nos dejó plantados.

—Me parece que alguien tiene razón... —dije mirando a mis uñas, que en ese momento eran interesantes.

—¿Quién? ¿Tus uñas? —pregunto Ron.

—No estúpido, Harry. Son como perros y gatos cada vez que se pelean.

Terminamos de almorzar y fuimos a la clase de Adivinación, excepto Hermione. A Ron le dieron tarea sobre redactar un diario de sueños durante un mes.

Teníamos clase de Defensa, al entrar al aula, la profesora Umbridge ya estaba sentada en su sitio. Llevaba la suave y esponjosa chaqueta rosa que había lucido la noche anterior.

—¡Buenas tardes a todos! —saludo a la clase, unos cuantos respondieron el saludo—. ¡Ay, ay, ay! —exclamó—. ¿Así saludan a su profesora? Me gustaría oírlos decir: Buenas tardes, profesora Umbridge. Volvamos a empezar, por favor. ¡Buenas tarde a todos!

—Buenas tardes, profesora Umbridge —gritó la clase.

—Eso está mucho mejor. ¿A que no ha sido tan difícil? Guarden las varitas y saquen las plumas, por favor.

Miré a mis compañeros con lúgubre. Metí la varita en mi mochila y saque la pluma, la tinta y el pergamino. La profesora sacó su varita y dio unos golpes en el pizarrón. De inmediato, aparecieron las siguientes palabras:

Defensa contra las Artes Oscuras: regreso a los principios básicos.

—Muy bien, hasta ahora el estudio de esta asignatura ha sido muy irregular y fragmentado, ¿verdad? Por desgracia, el constante cambio de profesores, muchos de los cuales no seguían, al parecer, ningún programa de estudio aprobado por el Ministerio, ha hecho que estén muy por debajo del nivel que nos gustaría que alcanzaran en el año de los MHB. Este año seguiremos un curso sobre magia defensiva cuidadosamente estructurado. Copien esto, por favor.

Volvió a golpear el pizarrón, desapareció el primer mensaje y fue sustituido por los: Objetivos del curso.

Durante un par de minutos se escucharon solo el rasgueo de las plumas sobre el pergamino. Nos pidió que abriéramos el libro: Teoría de la magia defensiva, de Wilbert Slinkhard, el primer capítulo.

Me di cuenta que Hermione no había abierto su ejemplar, sino que miraba a la profesora y tenía la mano levantada.

—¿Quieres hacer alguna pregunta sobre el capítulo, querida? —le dijo a Hermione.

Compartiendo el Mundo (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora