Capitulo veintidós: La foto.

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En el baile de Navidad, han pasado muchas cosas que serían muy largas para contar.

Luego de las vacaciones de invierno, en donde la mayoría de los alumnos volvían de sus casas para volver a clases, me desperté en mi habitación, dormida. Era la hora de desayunar y busqué mi ropa para ir al Gran Comedor. A la vez que me vestía, una lechuza esperaba en la ventana de la habitación, con una carta. Me acerqué a ella y por poco no me mordió. El sobre decía:

Para: Anastasia.

¿Serán los Weasleys? Hace mucho tiempo no me escriben...

Abrí completamente la carta.

Tengo algo que podría interesarte. Ven a la Torre de Astronomía en el almuerzo.

D.

¿D? ¿Esa es su inicial? Eso no me dice nada de quien la escribió. Asome mi cabeza a la ventana y miré hacia abajo... nadie.

Bajé a desayunar y quería sacar mis dudas con ayuda de Hermione.

—Necesito tu ayuda, Hermione —dije cuando me sentaba al lado suyo.

—¿Cual es?

—Me han enviado esta carta... —le entregue la carta—, y no se quien la escribió.

—Aquí solo dice: D —la dejo en la mesa—. D... no conozco a muchos que tengan de inicial D. Solo se me ocurre, Dean. 

—¿Dean Thomas? —dije sin ánimos—. No creo que el tenga algo que me interesa.

—No estoy muy segura que sea él, pero espera hasta el almuerzo.

Tocó el timbre para ir a clases. Primero Transformaciones, segundo Herbologia y antes del almuerzo Historia de la magia.

Al terminar la mañana, le dije a Ginny, que la acompañaba para ir a almorzar, le dije que no podía ir a almorzar.

Acomode mas la mochila en mi hombro y caminé hacia el lugar, la Torre. Me temblaban las manos de los nervios.

Di la vuelta y me encontré con un cabello rubio, platinado.

—¿Que haces aquí? —pregunte atónita, se dio la vuelta.

—Has venido a buscar lo que te podría interesar.

—Si pero... lo tienes tu ¿no?

—Esta en mis manos —me acerqué a él para darme el objeto—. Ten...

Estiró su mano y lo atrapé. Di media vuelta la fotografía y eran mis padres. Sonriendo para la cámara y teniendo en sus brazos a mi, cuando era pequeña. La foto no dejaba de moverse y hacia que me llenara de dolor y tristeza.

—¿Por... por qué tienes esta foto? —dije comenzando a sollozar.

—Cuando volví a mi casa, había una caja con las cosas de mi tía, Bellatrix. He estado viendo sus cosas hasta que encontré esa foto. Pregunte quienes eran y me dijeron que eran tus padres. Y pensé en que querías tener una foto de ellos. Suponía que no tenías una.

—¿Como sabes lo de mis padres? —pregunte cuando caían mis lágrimas.

—Ya te lo dije, Anastasia. Mi tía es Bellatrix.

Hubo un silencio, el cual solo se oía mi llanto. Las gotas caían sobre la foto hasta que sentí una brazos rodearme. Eran las de Draco. Era tan confortable ese brazo que decidí también abrazarlo. Nos quedamos así por unos minutos

—Gracias, Draco —dije finalmente.

El parece que no dijo nada pero con el sonido de su suspiro parece como si hubiera dicho: de nada.

Un sonido de tos, que de hecho, fueron a propósitos, hizo que nos separáramos.

—¿Interrumpo algo? —pregunto Ginny cuando se acercaba.

—No... para nada —dije mirándola incrédula.

—Yo... tengo que irme a Pociones... —dijo él incómodo.

—Si yo también... —dije en el mismo tono—. Bueno, te veo mas tarde.

—Lo mismo digo —se marchó dejándome sola con la pelirroja.

No quería hablar de el tema que pasó hace unos segundos pero parece que empezó ella.

—¿Que fue esa escena tan romántica? —preguntó curiosa.

—No fue nada.

—¿Están saliendo?

—¿Con él? —asintió con la cabeza— ¡Para nada!

—No mientas, Anastasia. Se que siente algo.

—No digas boberías —se rió—. Ven, vamos a clases.

Al entrar a la mazmorras, sentí la mirada de Draco en mi nuca, por la situación hace unos minutos, algo incomoda gracias a Ginny. Parece que él no se concentro en la clase de Snape, le llamo varias veces la atención. Espero que no nos hayan visto alguien mas aparte de Ginny porque si no sera un gran rumor el: Anastasia y Draco están saliendo.

—¿No crees que Malfoy te esta mirando demasiado? No lo se... ¡toda la hora de Pociones! —me dijo Hermione al salir del salón. 

—Si, no se que le ocurre —se muy bien que le ocurría.

—¿Que has hecho? ¿Lo hechizaste? 

—Yo no lo haría. 

—Pues parece que le gustas...

—¿QUE? —pregunte atónita y mis ojos se abrieron como platos—. No puedes pensar eso.

—Oh si que puedo, y lo hago. Hasta un pájaro me ha contado que estuvieron algo cerca...

—Eso es solo un... —pensé por unos instantes y reaccione—. ¿Que te han dicho?

—Que estuvieron demasiado cerca para abrazarse.

—Por favor, no le digas a nadie. Seguro que fue Ginny la que te ha contado eso ¿verdad?

—Así es —se paro un instante—. Pero tranquila, no diré nada.

—A demás, fue un impulso que hizo el. Me dio una foto.

—¿De el? 

—¡No! —suspire—. De mis padres. 

—¿Por que la tiene el?

—Es una larga historia —me di cuenta que se hacia tarde para Adivinación—. Llegare tarde a la clase. Te veo en la cena. Adiós.

—Adiós —nos despedimos y cada una fue por su camino. 

¡Hola! Ustedesdirán: ¡AY PERO QUE...!
Y se pagan contra la pared de lo tierno que fue. Eso ya me pasó a mi al imaginarlo y tire patadas al suelo.
Comenten si les gusto y también escriban su reacción. Denle a la estrella.
¡Adiós!

Compartiendo el Mundo (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora