La Negación (34)

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Victoria no fue la misma durante los días siguientes. Se comportaba con mayor cautela que de costumbre, pareciendo distante. Justin intentó tomarse el cambio lo mejor posible, pensando que se estaba ajustando al impacto que había sufrido, pero pronto empezó a sentir miedo ante la perspectiva de perderla.

-Tori, dime lo que sientes -suplicó una noche, cuando ambos se encontraban en la cama.

-Estoy bien, Justin.

-No. No estás bien. Quiero que me digas lo que pasa... por favor.

Victoria suspiró y evitó el contacto visual con su novio.

Su encuentro con Jason no había salido tal como esperaba. Si bien había obtenido el cierre que deseaba para ambos, había despertado nuevas tensiones dentro de ella con respecto a su novio actual.

No creía en las insinuaciones de su ex. Sabía que Justin no la lastimaría... Sin embargo, no podía quitar la sensación de malestar que hervía en su estómago, como si su intuición estuviera anticipando un sufrimiento similar al que había padecido en el pasado.

-Solo estoy... -iba a inventar una excusa para aplacar las preocupaciones de su pareja, mas decidió sincerarse- Tengo miedo, Jus -admitió.

-¿Miedo? ¿A qué?

-No lo sé. Tengo este sentimiento dentro mío, como si algo malo fuera a pasar.

Justin guardó silencio unos segundos antes de pronunciar en voz muy baja:

-¿Esto tiene algo que ver con... Jason? -masculló la última palabra.

Ella se tomó unos segundos antes de responder:

-Fue muy difícil para mí verlo de nuevo. Hizo todo muy real... Me hizo más consciente de nuestra situación...

El chico la interrumpió soltando un gemido de frustración.

-No. No vas a volver con las dudas. Ya habíamos superado eso -decretó, con mayor dureza de la que pretendía.

-No son dudas, Justin.

-¡Claro que lo son! Estamos juntos hace varios meses y a veces todavía siento cómo pones barreras entre nosotros.

-¡Estoy intentando! Esto no es tan fácil.

-¿Quieres estar conmigo? -interrogó el muchacho de forma abrupta.

-Sí -le contestó ella sin vacilar.

-Entonces, estemos juntos. Y al diablo lo demás, ¿si? -pronunció con suavidad, tocando la mejilla de la joven.

Ésta cedió ante la caricia, asintiendo y mirándolo a los ojos.

-Todo estará bien -aseguró él mientras se inclinaba a besarla.

Sus palabras parecían ser ciertas. En el transcurso del mes siguiente, al volver a la Universidad, las cosas marcharon bien entre ellos. De hecho, marchaban mucho mejor que antes.

Al parecer, la visita a casa de sus padres y el enfrentamiento con Jason habían fortalecido su relación. Era como si un peso hubiera sido quitado de Victoria ahora que había afrontado esas pruebas. Estaba dejando caer las reservas que funcionaban como barreras y empezaba a entregarse por completo a él.

-Este esquema me trae loca -comentó ella a través del teléfono.

Se encontraba en su departamento, sentada frente a la mesa de la cocina. Había estado inmersa todo el día en el trabajo que le habían asignado en una de sus clases, por lo que no había tenido tiempo de ver a su novio. Sin embargo, él la había llamado hacia veinte minutos atrás y se encontraban conversando desde entonces.

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