Capítulo 23

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Frank y Jared terminaron llevándome a una parte del bosque donde no había árboles. En esa área había cuatro gradas, todas acomodas en forma de círculo. En el centro había un círculo de tierra, y en tres puntos de su circunferencia se levantaban tres pedestales con tres elementos.

Cuando llegamos, las gradas estaban vacías.

-Llegamos a tiempo -comentó Frank. Subió los escalones de una sección hasta la mitad. Jared y yo lo seguimos.

-¿Qué hacemos aquí? -pregunté nervioso de que respondieran que lucharía.

-Veremos una grandiosa lucha -respondió Frank emocionado-. Un principiante de Tierra contra la legendaria Brenda.

-¿Legendaria Brenda? -lancé un suspiro de alivio al saber que no sería yo, pero me daba curiosidad ese apodo.

-Ajá. Nadie ha logrado vencerla. Si luchas contra ella, tienes una visita asegurada en la Enfermería -explicó Jared. Un grupo de personas se sentó arriba de nosotros y unos rieron al saber que era yo. Diablos, ¿cuándo iba a parar esto?

-Creo que no es algo justo que luchen contra ella -opiné. Pero Frank lanzó una risita.

-Mira -empezó Frank-, cuando se trata de enfrentamientos, los hombres del Campamento se dividen en dos grupos: los que usan la conciencia y la razón y los idiotas que creen que le ganarán a ella.

-Frank tiene razón -a mi izquierda, Sophie había aparecido por los escalones y sentó a mi lado-. ¿De qué grupo serás tú, Max? Conozco a alguien que decidió ser uno de los idiotas -dijo con una sonrisa burlona mirando a Jared.

-¿De qué sirve esta lucha? -pregunté evadiendo el tema. No quería hablar más de mi estúpido encuentro con ella.

-Entretenimiento -dijo de golpe-. Aunque ahora lo usan como un ritual de iniciación.

El anfiteatro se llenaba cada vez más, al parecer nadie quería perderse la guerra.

-¿No te da curiosidad? -preguntó ella tras un repentino silencio.

-¿Acerca de qué?

-Vamos -empezó Frank-, nadie le puede ganar a Brenda. ¿Por qué le preguntas eso? -le dijo a Sophie mirando por detrás de mí.

-Bueno, quién sabe. Siempre hay que tener esperanza.

-Espera un momento. ¿Por qué quieres que la derroten? -pregunté confundido.

-No te preocupes, Max. No es nada de odio -dijo entre risas-. Es sólo que quiero saber lo que ocurriría. Brenda siempre ha sido vista como una especie de leyenda en el Campamento, una reina. De verdad me gustaría saber cómo afectaría su derrota al Campamento.

Más personas llegaban, incluso la sección en la que estaba se había llenado. Un grupo de personas que estaba en los asientos opuestos empezaron a señalar hacia nosotros, específicamente a mí.

-Vaya. Parece que ya todos te conocen -comentó Sophie.

-Sí... y no es por algo por lo que se deba ser conocido.

-Ah... vamos. No fuiste el único afectado por Brenda. La mayoría de los varones de tu edad estuvieron así.

-Bueno, en realidad... -empezó Frank.

-Cierra la boca, Frank -comentó fríamente, luego volvió conmigo-. Frank siempreme ha sido un idiota, Brenda no tuvo nada que ver con él -dijo entre risas.

-El punto es que, además de que no soy un idiota -argumentó Frank, lanzando una mirada asesina a la chica-, todos se volvieron inútiles. James es uno de esos casos.

La Espada de Oro (Los Elegidos #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora