Capítulo 42

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Cuando el sol empezó a salir y el cielo empezó a tornarse violeta, desperté a ambos. Brenda se despertó más rápido que cualquier persona viva, casi como si nunca hubiese estado dormida. En cambio, Jared, tuvimos que darle unos golpes para que reaccionara poco a poco.

Cuando fue al río a lavarse la cara, vi a Brenda apartar los restos de madera y lanzarlos lejoa de ahí. Con el pie empezó a apartar la ceniza, pero con un movimiento de mi mano, el polvo empezó a subir en espirales hasta perderse en el cielo.

-Polvo eres, en polvo te convertirás -citó Brenda con voz fría y me estremecí. Brenda era todo un misterio, era multifaceta y eso me inquietaba.

-Listo -escuchamos a Jared decir-. Andando.

Esta vez me tocó ir en la parte de atrás. Brenda estaba entre ambos y podía ver su cabello agitarse mientras caminaba. ¿Qué había pasado anoche? Me preguntaba si todo eso que me había contado era real, si no había sido un sueño. Se sintió tan verdadero pero también era demasiado bueno para ser verdad.

Nos apartamos del río unos metros. Éste estaba a nuestra izquierda. Los árboles no nos dejaban verlo, pero sí podíamos oírlo, y cada vez más fuerte. Pero, a pesar del ruido, nadie volvió a hablar. Cada quién con sus pensamientos, cada quién con sus ideas, cada quién con sus tormentos.

Todo el bosque seguía igual de callado, sin ningún animal mas que los peces. Y eso asustaba. Era como si los animales supieran la gravedad del problema, como si fuesen a ser asesinados por Él. Aunque eso no lo dudaba.

De pronto, empecé a sentir un horrible zumbido en la cabeza. Era como si una mosca estuviese dentro de mi cabeza o de mi oído. Sentía mi cerebro temblar. Jared cayó al suelo de rodillas y Brenda y yo dimos un respingo. Corrímos hacia él y empezó a tener arcadas.

-No me siento bien -informó y luego empezó a toser. Un hilillo de baba le salió por la comisura del labio y volvió a toser-. Oh, no -mumuró y se puso de pie. Corrió hacia un árbol y vomitó. Pero su pie tropezó contra una rama y... sí. Cayó encima de su vómito.

Jared siguió vomitando, aun estando tirado en el suelo. Brenda hizo una cara de disgusto al momento de que Jared vomitaba de nuevo y ésto salpicaba un poco a su cara.

-Agh, podrías ser menos asqueroso -replicó Brenda y se apartó un poco de ahí. Cuando dejó de vomitar yo me acerqué y lo ayudé a levantarse. Tenía una mezcla asquerosa de pescado y ácido gástrico en su camisa.

Ayudé a Jared a ir al río, con Brenda detrás de nosotros. Sin embargo, cuando llegamos, Jared volvió a vomitar en el río. Brenda se acercó y al acercarse a Jared frunció el ceño y sacudió la cabeza.

Jared tomó un poco de agua con la mano, no sabíamos si estaba limpia, pero se veía cristalina y eso significaba algo. El zumbido empeoró y agité un poco la cabeza. Tenía que ser algo del oído.

Yo me quedé con Jared mientras se limpiaba la cara. Después se puso de pie con cuidado y se quitó la camisa para después meterla al río. Cuando toda la mancha desapareció, Jared se alejó de ahí, y puso la playera en su brazo.

Caminamos hacia Brenda y ella rió al ver a Jared semi-desnudo a lo que éste respondió cubriéndose el cuerpo con los brazos.

-Calla, acabo de tener una emergencia -dijo y se acercó al árbol más próximo. Colgó la camisa ahí y me pidió que con el viento intentara secarla. Y nos sentamos los tres, conmigo haciendo que el viento soplara.

-¿Podemos descansar? -preguntó mi amigo, apoyando su espalda contra un árbol. Cerró los ojos y de nuevo se cubrió el cuerpo, causando que Brenda riera.

La Espada de Oro (Los Elegidos #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora