-Debes estar bromeando.
Cuando les dije que no había sentido ninguna salida, ambos se sintieron ofendidos. Creían que estaba jugando y que dejara de hacerlo.
-Camina por ti misma. Ilumina la baba para que veas que no hay nada -sugerí. Y así lo hicieron. Jared acompañó a Brenda para iluminar la caverna, o al menos intentar iluminar parte de ella. Pero no encontraron nada.
-¿Y ahora qué? -pregunté. Me senté en el suelo y me cubrí la cara con ambas manos. No podía ser posible que después de todo lo que habíamos avanzado termináramos en un callejón sin salida.
-Tiene que haber algo más, es imposible -soltó Jared. Pero en vez de hacer algo, sólo se sentó-. ¡No puede acabar aquí!
Brenda estaba en el centro de la caverna con la antorcha hacia abajo y mirando a todos lados. Debía de estar ideando algo.
-¿Intentaste arriba? - me preguntó Jared, y yo asentí en respuesta. Por supuesto que había intentado arriba. Intenté en todas partes, pero no había nada. Estábamos atrapados.
Brenda empezó a caminar hacia nosotros, en donde empezaba el pasillo. Al llegar nos entregó la antorcha y tomó el otro tronco. Entonces se alejó. Caminó de nuevo al centro de la caverna, colocando un extremo de la madera en el suelo y volviéndolo a quitar, y así hasta el otro lado de la caverna.
-¿Qué haces? -intrigó Jared y se puso de pie para alcanzarla.
-El suelo está inclinado -respondió y luego se acercó a un punto de la pared de la caverna, no tan lejos de la entrada-. Éste es el punto más alto.
-¿Y por qué es eso relevante? -me puse de pie y me acerqué a ambos. Toqué la pared y esta se sentía distinta, se sentía lisa.
-¿No es extraño? Si estuviese inclinado el suelo, el punto más alto sería la entrada. A menos que haya otro camino y las paredes se construyesen después.
-Para tapar el verdadero camino -concluí-. Mira esta pared. La roca es distinta. -Jared extendió una mano y la tocó. Repentinamente, Brenda la golpeó con un extremo del tronco e hizo que cayera un poco de polvo y unas cuantas rocas.
-Definitivamente no es lo mismo -dijo Jared y le dio una patada para tirar más de lo que fuera ese material, haciendo que el eco resonara en todo el lugar.
-¡Espera! -Brenda estiró una mano para detener a Jared y acercó su oído a la pared. Intenté preguntar algo, pero me calló-. Espera... -Con el tronco dio un pequeño golpe en la pared y esperó. De nuevo, acercó su oído aun más y volvió a dar unos golpes.
-¿Brenda...?
De la nada, ella pareció enloquecer. Golpeó una y otra vez la pequeña sección de la pared hasta destrozarla y hacer un pequeño agujero. Por donde salió un chorro de agua.
-Como lo suponía.
Jared se agachó y puso sus manos en ella como un cuenco hasta que se llenó. Acercó sus manos a la luz de la baba. Parecía limpia.
-Extraño -dijo. Luego puso sus labios sobre el agua y tomó de ella-. Parece que es pura.
Levanté una ceja. ¿Agua pura? ¿Bajo tierra? Eso era demasiado extraño aunque... podía ser agua de mar filtrada por las rocas. Bajé la mano y dejé que el agua la limpiara. No me había dado cuenta de lo sucia y grasosa que estaba hasta que sentí el agua. Llevábamos casi dos días (debido a la diferencia de hora) fuera de la sociedad, debíamos vernos horribles.
Cuando Jared acercó su boca al chorro, Brenda lo apartó con su mano. El agua empezó a correr por el suelo, siguiendo un camino que se iba hacia la derecha.
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La Espada de Oro (Los Elegidos #1)
FantasyObserva alguna imagen de la tierra. Linda ¿cierto? Si lo vieras con mis ojos, ya no pensarías lo mismo. Mis ojos están muy desarrollados. Puedo ver cosas que los demás no. También mis oídos y mi olfato. Ahora mismo, seguramente estarás pensando "Qué...