C a p í t u l o V e i n t i o c h o

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Carlee Ainsworth.

[enero 08, 2018]

Metí las manos en los bolsillos de mi saco esperando poder mantenerlas en calor y, con las mismas, apresuré el paso hacía el auto blanco que se detuvo en mi casa.

—Buen día, Carlota —me saludó una vez entré al vehículo—. ¿Adivina quien sobrevivió a las resacas del receso?

—No sobrevivirás mucho si vas a seguir manejando a esta velocidad —reprendí.

—¡Pero fui prudente!

—Te tomó ocho minutos un recorrido de casi quince.

Sacudió la mano en el aire, restándole importancia, y volvió a poner el vehículo en marcha.

—Ya, mejor cuéntame bien lo que sucedió anoche, dijiste que me lo explicarías hoy.

—Sí, eso —me mordí el carrillo, inquieta—. Pensé que papá le diría a mamá que pasaría la tarde por fuera. Pero, cuando llegué, ella estaba llorando, como, llorando de verdad.

Davy respiró hondo.

—¿Solo te dijo que estaba preocupada? Me refiero a que, ¿lloraba porque estaba preocupada?

—Ya sé cómo suena. Y también me parece extraño.

—¿Te lo parece?

Asentí, distraída, pasando de una mano a otra las llaves que no había guardado.

—Porque Jenn se preocupa todo el tiempo y puede enfadarse, pero... —pausé un momento—. Lo he estado pensando desde que me fui a la cama y tras darle muchas vueltas se me ocurrió que... ¿y si mi mamá está embarazada?

Abrió tanto los ojos.

—Mierda. ¿Eso crees? ¿tú mamá no tiene como cuarenta?

—Tiene treinta y ocho. Y... no sé. He oído que las embarazadas pueden ponerse sensibles, en ocasiones —encogí los hombros—. Nunca se había puesto así por mi hora de llegada.

Davy apartó los ojos de la carretera por un momento.

—Pensé que tus papás no querían más hijos. ¿O a quien no querían era a mí?

Esbocé una sonrisa.

—A lo mejor metieron la pata.

Se me escapó una sonrisa y pronto él estaba delirando del posible futuro crío que correría en mi casa y se colaría en mi dormitorio para garabatear en las paredes tal y como lo hacía Kaia. Sacudí la cabeza, sin dejar de sonreír. En ese momento, un mensaje me entró.

Odette:

Es oficial, estoy aquí.

¿Dónde estás tú?

Bien, acabo de ver a Crys.

Y a Colin.

Agh, y a Casper.

Me quedaré con ellos.

Mujer, ¿dónde estás?

Carlee:

Cuánta intensidad...

Me recogió Davy, estamos llegando, te veo en 5

—... deberías preguntar al respecto —continuó hablando—. ¿Te imaginas a una nueva o nuevo Ainsworth? Ojalá sea cierto. Tienes que mantenerme al tanto.

La velocidad disminuyó cuando atravesó la entrada del estacionamiento dentro de la preparatoria. Aparcó delante de la cancha de fútbol que por las nevadas permanecería cerrada.

Un corazón para sanarWhere stories live. Discover now