Hashirama - Madara II

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Madara estaba feliz recordando a su pequeño hermano ese día, demasiados recuerdos felices que calentaban su duro corazón porque el simple hecho de tener un hermano pequeño al que cuidar lo hacía sentirse la persona más afortunada de ese mundo e Izuna había sido un gran hermano.

Si Madara tuviera que hablar de su hermano pequeño con alguien, el orgullo no dejaría de fluir de él describiendo a Izuna con calidez, donde las palabras amable y cariñoso no dejarían de repetirse constantemente en dicha descripción  porque así había sido su pequeño hermano, una persona llena de virtudes que cualquiera podría sentirse jactancioso.

― ¿Por qué pareces tan feliz hoy? ― La voz de Hashirama interrumpió los hermosos pensamientos de Madara para encontrarse con el animado rostro de su mejor amigo que lo miraba con curiosidad.

― Nada de tu interés. ― Musitó el líder Uchiha sonrojándose mientras el Senju se acercaba más hacia él para ver más de cerca su cara sin importar que estuviera invadiendo el espacio personal de la otra persona.

― Tienes ese brillo en los ojos. ― Señaló Hashirama sorprendido mientras se aleja un par de pasos del otro hombre. ― Entiendo que tengas secretos pero no pensé que también los tendrías con… tu mejor amigo. ― Susurró envolviéndose en su estado de ánimo depresivo.

― ¿De qué hablas, idiota? ― Preguntó Madara llevando sus manos al rostro completamente rojo por lo que dijo el otro shinobi, queriendo saber a qué se refería con de “brillo en los ojos”.

― Te ha pasado algo realmente bueno, de eso hablo pero está bien si no quieres contarme. ― Afirmó mirando a su amigo aún deprimido.

―Ve a que un médico te miren la vista y la cabeza, no me ha pasado nada excesivamente bueno en las últimas semanas que merezca alardear. ― Aclaró Madara cruzándose de brazos. ― De hecho,  vengo de honrar a mi ototo. ― Reveló mientras evitaba mirar a la cara del Senju.

― ¡Oh…! Izuna-kun. ― Pronunció el nombre Hashirama mientras recuerdos de verlo combatiendo en las guerras asaltaron su mente pero a duras penas conocía al hermano menor de Madara más allá de verlo pelear aunque mayormente, Izuna solía enfrentarse con Tobirama. ― Me hubiera gustado conocerlo fuera de la guerra que sostenía nuestros clanes.

― Me hubiese gustado estuviese aquí, que viera todo esto. Él no merecía morir un día como hoy. ― Memoró con tristeza Madara, apretando sus puños por la impotencia que aún le perseguía al no poder salvar la vida de Izuna. ― Todo sucedió por culpa de tu maldito hermano, Hashirama. ― Acusó irritado.

Hashirama hizo una pequeña mueca de culpa al escuchar lo último que dijo su amigo, sabía que por causa del ataque de su hermano, el hermano pequeño de Madara ahora estaba muerto.

― Sé que “un lo siento” no arreglará nada, Madara pero te recuerdo que yo igual perdí hermanos a causa de tu clan y la guerra de clanes. ― Hashirama dijo mirando a su amigo con arrepentimiento y tristeza. ― No te ando acusando ni a ti, ni a ningún Uchiha a cada rato por lo sucedido. Yo sé que Tobirama fue el autor de la herida que causó la muerte a tu hermano pero eran tiempos de guerra donde los fuertes son los que sobrevivían y hasta después de que pasó eso, no aceptaste el trato de paz.  No trato de justificar a Tobirama y tampoco trato de llamar a Izuna débil porque sé que era un gran shinobi, tan fuerte como tú pero no puedes continuar así, Madara. ― Comentó el Senju esperando la reacción de su amigo, ya que intuía no sería nada agradable a cada que se hablaba de Izuna, Madara reaccionaba mal aunque Hashirama sabía lo que es pasar y asimilar el dolor de perder a un ser querido como un hermano menor.

― Siempre dices lo mismo pero no lo es. Ninguno de mis hermanos fue el que asesinó a alguno de los tuyos y yo perdí cuatro hermanos siendo que tres de mis hermanos fueron asesinados por Senju. Además, ya podías haber vigilado al idiota que tienes de hermano o lo hubieras  dejado castigado en la casa ese día. Él siempre buscaba pelear con Izuna cada vez que nuestros clanes se enfrentaban. ― Argumentó Madara picando el pecho del hombre más alto con su dedo índice. ― Tu hermano parecía estar obsesionado con Izuna y no se quedó conforme hasta que me lo arrebató, apagando su vida. ― Añadió con furia a causa del dolor.

― Madara, eso es excesivo. Estábamos en guerra y Tobirama no es esa clase de persona perniciosa, tiene sus fallas como cualquiera pero no es un acosador que estuviera encaprichado con Izuna - kun. ― Respondió el primer Hokage frunciendo el ceño con molestia, aquellas palabras atacando a su hermano le habían dolido, especialmente que señalara a Tobirama como si pareciera un enfermo. ― Eres mi amigo y te aprecio pero no puedo permitir que digas ese tipo de acusaciones tan graves hacia Tobirama, él es una buena persona y un gran shinobi aunque su fachada sea fría, mi hermano es alguien cortés y sensible. ― Aseguró tomando la muñeca derecha de su compañero para retenerlo y escuchara sus palabras.

― No tengo que disculparme por decir lo que considero. ― Afirmó Madara encarando a Hashirama con el sharingan como amenaza por tocarlo de manera tan ruda. ― Sé que es tu hermano pero deja de defenderlo. Tobirama no es ningún inocente corderito al que proteger, es un lobo que no duda en mostrar sus colmillos cada vez que tiene la oportunidad. ― Advirtió.

― Madara… te estás sobrepasando. ― Hashirama bajó el tono de su voz en una clara señal de que la discusión no iba a terminar bien si continuaban de esa forma.

Madara gruñó, él no quería entrar en una pelea con Hashirama, la última vez habían estado sin hablarse por una semana y lo había pasado realmente mal teniendo que comunicarse con Tobirama quien estaba tan irritado por ser usado de mediador. Además, Hashirama es la única persona importante que continuaba a su lado ya que hasta su propio clan lo relegaba más a cada segundo y lo señalaban como un incompetente para ser líder del clan.

― No me disculparé de lo que pienso. Izuna era una gran persona, un excelente shinobi y merecía estar aquí pero tampoco quiero estar contigo de malas formas, Hashirama… yo, ya no sé qué hacer para demostrar que busco lo mejor para  que la villa crezca y la convivencia de sus habitantes sea tranquila y feliz. ― Cambió Madara de tema con frustración de la posibilidad de que haya logrado enfadar al hombre más alto como había sucedido meses atrás.

― Está bien, no te disculpes. ― Aceptó Hashirama mirando a su amigo, no quería discutir con Madara, aprecia al Uchiha y era consciente de cuanto sufría por la ausencia de su hermano pequeño.

Por ello que Hashirama se sintió mal al escuchar al hombre más bajo con aquel tono de voz frustrada porque conocía cuanto Madara se esforzaba en mejorar y aportar para que Konoha prospere pero muchas personas aún tenían reparo con el clan Uchiha a causa del pasado de las guerras. Sin poder evitarlo, el Senju se acercó lo suficiente a su compañero y lo rodeó con sus brazos para intentar confortarlo con un simple pero cálido abrazo.

― Sé cuánto te esfuerzas, Madara. ― Susurró Hashirama palmeando levemente la espalda del Uchiha para animarlo. ―  No debes demostrarle nada a nadie, ellos se darán cuenta con el tiempo al ver tus acciones. ― Añadió con una pequeña sonrisa.

Madara estaba sorprendido por el repentino abrazo de su amigo pero no hizo nada para separarse y solo correspondió al abrazo, sintiéndose bien, protegido por los brazos de Hashirama e incluso, deseando permanecer así para siempre.

Las historias no contadas del mundo shinobiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora