Lágrimas de sangre

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CAPÍTULO 24
Lágrimas de sangre

DAMIÁN

--Fuiste tú

Quería moverme pero algo me lo impedía, tal vez era su mirada, su mirada llena de furia.

--Me mentiste Damián ¡Me mentiste!

Ese grito hizo que reaccionara de inmediato, debía salir corriendo de ahí, Dante... Él... Definitivamente me hará algo muy malo. Me di media vuelta y comencé a correr, solo tenía que llegar a mi coche y largarme de ahí, si llegaba a mi coche definitivamente estaría a salvo.

Pude tocar la perilla de la puerta pero no alcancé a abrirla, Dante me había alcanzado, estaba acabado. Me jaló de mi camisa y me arrojó contra la pared, eso solo me hizo darme cuenta la increíble fuerza que tenía y lo peligrosa que era esta situación.

--¡Confié en ti! -su rostro furioso gritándome de esa forma hacía que simplemente no pudiera decir ni una sola palabra- ¡¿Cómo lo hiciste?! -no contesté-¡¿Cómo putas lo hiciste?!

--No te diré

Mi respuesta lo hizo enfurecer aún más, tanto, que me propinó un golpe en la cara que me tumbó al suelo. El sabor a sangre apareció en mi boca, mi cabeza daba vueltas.

--¡¿Qué hiciste?! -me dio una patada en el estomago- ¡Responde marica!

Me hice bolita y traté de soportar sus golpes, pero jamás imaginé que dolería tanto. Esto no podía estar pasando, esto es una pesadilla, esta violencia... Debe ser una pesadilla, quiero despertar, quiero despertar, quiero despertar. La persona que amo no me puede estar haciendo esto.

Al ver que no había respuesta me jaló de los cabellos y me hizo que me levantara.

--¡¿Cómo pudiste hacerme esto Damián?! ¡Haré que te arrepientas!

Me levantó de la camisa y como si fuera un muñeco me arrojó y choqué contra un librero, caí al suelo y ese pesado librero y todo lo que había en él cayó encima de mí, por un momento creí que me desmayaría, quería que eso pasara, pero no fue así, estaba consiente. No podía moverme, no podía escapar.

Pensé que él se detendría ahí. Ya me había dado una buena paliza, ya era suficiente, tenía que ser suficiente. Pero mi cuerpo tembló al escuchar sus pasos acercarse. No por favor, no más. Ya es suficiente, por favor detente.

Levantó el pesado mueble y lo hizo a un lado. Volvió a tomarme de los cabellos y me hizo que lo mirara, me eché a llorar en ese instante, mi corazón se partía con cada golpe, con cada insulto.

Su mirada se endureció aún más al ver mis lagrimas, como si el verme llorar lo enfureciera más. Jaló mi cabello y me llevó hasta la cama, arrojándome a ella. Al principio no sabía lo que pasaba, pero cuando comenzó a bajarme los pantalones empecé a entenderlo.

--¿Qué... Haces? -mi voz sonó casi en un susurro

--¡Cállate! -acercó su rostro al mío- ¡Cállate! -me dio una fuerte bofetada

Me quitó mis pantalones por completo, mis partes intimas estaban expuestas. Comenzó a bajarse su pantalón, ya tenía una erección. Me abrió las piernas con brusquedad y sin preparación comenzó a introducirme su miembro, lo metió con tanta fuerza que comencé llorar y a pedirle que parar.

--¡Sácalo ¡Sácalo! -se sentía horrible- ¡me desgarras! ¡Por favor!

Llevó una de sus manos a mi boca e hizo que me callara, y después... Una sonrisa aterradora apareció en su rostro. Me levantó la camisa y comenzó a acariciarme el abdomen, como si estuviese buscando una zona en particular, me tocó cerca de la cadera y sonrió, al parecer la había encontrado.

GON [Yaoi/Gay]Where stories live. Discover now