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Capítulo 28.

"¿Los viste y ni siquiera nos lo dijiste?" Prácticamente grito, y no estoy segura si estoy más enfadada porque Harry escondió esta información o porque me la escondió.

"Como dije, pensé que Dylan diría algo". Harry se encoge de hombros, echándose hacia atrás en su silla.

"¿Quién iba a decirmelo?"

"No lo sé, Tabitha. Deja de hacer que esto sea un gran problema cuando no lo es".

"¿Pueden ustedes dos callarse?" Liam golpea su puño contra la mesa, haciendo que mi corazón se detenga.

"Dile que no es gran cosa".

"¡Dile que lo es!"

"¡Siento que solo soy una niñera!" Liam grita y la habitación se queda en silencio, "¿Dónde está Dylan?"

"Probablemente en su habitación llorando porque no puede follar con Tabitha". Harry se ríe, y le disparo una mirada.

"¿Por qué no puede?" Si Harry le habló a Dylan sobre nosotros, realmente huiré.

"Ahora mismo necesita mantenerse concentrado".

"¿Soy el único que no es un bastardo inmaduro cachondo?" Liam nos dispara dagas con los ojos, así que miro mi burrito.

"Obviamente, se mantienen fieles a su amenaza para mañana. Es decir, están aquí". Harry comienza y la energía cambia.

"¿Qué vamos a hacer?" Pregunto, dando un bocado a mi burrito. Ambos me miran fijamente, pero me encojo de hombros. El hecho de que ellos no necesiten comida no significa que yo no lo haga.

"Sabes lo que vamos a hacer. Estamos listos". Liam asiente.

"Todavía estoy nerviosa".

"¿Alguna vez Liam te habló de sus habilidades?"

"No, ¿por que?"

"Puede hacer que aparezca cualquier arma. Si necesita un cuchillo para matar demonios, puede hacerlo aparecer en su mano. Es increíble y ahorra tiempo". Harry habla maravillado.

"Sí, así que no te preocupes". Liam pone su mano sobre la mía, pero rápidamente se retracta cuando la salsa del burrito mancha su mano.

"¿Puedo ponerlos en el refrigerador?" Señalo mi comida, y cuando asienten, me pongo de pie y me voy.

Llamé suavemente a la puerta de Dylan y entré. Estaba acostado en su cama, mirando un trozo de papel, y muchos más yacían a su alrededor. Ni siquiera me mira cuando entro en la habitación. Me siento a su lado en la cama, y ​​finalmente me mira.

"¿Qué pasa?" Miro todos los documentos y me doy cuenta de que son todos los planes que hemos ideado.

"Solo estoy repasando esto".

"¿Por qué? Ya lo sabes todo".

"He tratado con estos demonios antes, Tabitha". Suspira y deja el periódico junto con el resto.

"¿Qué quieres decir?"

"Los que Harry y yo vimos hoy solían torturarme".

"Todavía no entiendo". Arrugué las cejas y me sentí más cómoda en la cama. Podría estar aquí más tiempo de lo que esperaba.

"Todas las cosas de las que te hablamos anoche, bueno, pueden ser incluso peores. En el infierno, algunos demonios torturan a las almas hasta que aceptan llegar a ser como ellas".

"¿Te hicieron eso?" Mi mente se ríe de esta información.

"Sí. Ellos eran los que estaban a cargo". Él mira sus manos, frotándolas.