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Capítulo 20.

"Entonces, ¿supongo que vamos a estar en este coche por un tiempo?" Pregunto, y Harry asiente en respuesta, "Bueno, entonces creo que deberíamos hablar y aclarar algunas cosas. También, para algunos, me refiero a todo".

"Sin ofender, Tabitha, pero solo quiero centrarme en conducir en este momento". Suspira, y dudo que le preocupe si me ofendo por algo que dijo.

"¡Gorrón!" Hago mi mejor esfuerzo para mostrar lástima con una cara seria, y puedo ver que Harry también está luchando por mantener una expresión petulante.

"No me lleves a la década de 1970, por favor". Él me mira, lamiendo sus labios para evitar que sonrían.

"¡Comencemos la discusión!" Palmeo autoritariamente como si estuviera llamando la atención de un tribunal: "En primer lugar, ¿cómo me encontraste en casa de mi abuela?"

"No me importa responder a cualquier pregunta que tengas. Solo me preocupa cómo reaccionarás ante mis respuestas". Él se encuentra con mis ojos, pero me vuelvo para mirar por la ventana con un suspiro dramático.

"Soy una mujer adulta que no solo ha pasado por el infierno antes que tú, sino que también ha matado a mi mejor amiga y besado demonios. Creo que puedo manejar tus estúpidas respuestas, Harry". Frunzo el ceño ante el paisaje a mi lado. Ahora debemos estar a una hora de mi casa, a juzgar por lo que hay.

"Está bien, pequeña mujer sorda, te encontré por ese impresionante anillo que tienes en el dedo". Él toma una mano del volante para sostener mi mano en la suya, girando el anillo que me dio alrededor de mi dedo.

"¿Esta mierda que dice que el diablo vive?" Alejo mi mano de la suya y examino el anillo. No se ve como algo especial.

"Sí. Puedo rastrearlo cuando te pones eso. También puede hacer otra cosa". Él toma mi mano de nuevo, agarrándola con más fuerza que antes, y la sostiene contra su muslo.

"Este no es el momento para que te dé placer". Intento apartar mi mano, pero su agarre sobre mí es demasiado fuerte.

"No quiero que te asustes y te lo quites cuando te diga qué más hace". Él explica, y sorprendentemente, no hace un comentario sugestivo.

"No me lo quitaré. Solo déjame recuperar mi mano".

"¿No quieres sostener mi mano?" Imita una niña jadeando, "Tabita, eso duele."

"Dime lo que hace el maldito anillo o realmente te haré daño". Amenazo, pero ambos sabemos que realmente no pude hacerle daño. No sin ese cuchillo en su bolsillo trasero, al menos.

"Olvida tus emociones", me mira y luego se vuelve rápidamente hacia la carretera. "Por ejemplo, mientras usas el anillo, no te sentirás culpable por los asesinatos en los que has participado. Ahora, eso no quiere decir que te quite tus emociones. Todavía podrías sentirte culpable, pero no tanto como realmente te sientes ".

"Entonces, si me quito este anillo ..."

"Estarías inundada de dolor por la muerte de Hailee, la culpa de los asesinatos, la ansiedad y el miedo de ser perseguida por demonios, y quién sabe qué más".

"¿Por qué me dejarías usarlo entonces?" Grito, intentando agresivamente liberar mi mano de la suya, pero no sirve de nada.

"¡Si no lo llevaras puesto, probablemente no me ayudarías! Haría las cosas más difíciles". Entrelaza sus dedos con los míos, clavándolos en el dorso de mi mano para mostrar su dominio.

"¡Eres el gilipollas más grande del planeta!" Grito, dejando que mi enojo tome el control. Por supuesto, probablemente estoy más enojada de lo que realmente me siento debido a este estúpido anillo.