Capítulo 12.

3.4K 291 69
                                    

Dejé la habitación sin una palabra más y me obligué a no mirar al cuerpo inerte de Hailee mientras iba hacia la puerta principal. Esta vez cuando tiré de ella, se abrió. Mientras salía, la lluvia fría se pega a mi cuerpo, mojándome. El mundo parecía moverse a cámara lenta mientras iba hacia mi coche. Ni siquiera me molesté en ponerme el cinturón ni en encender la radio cuando lo arranqué.

Creí escuchar sirenas desde lejos mientras conducía fuera de allí, pero fácilmente podía ser mi imaginación. ¿Acaso eran buenos los policías? Obviamente no hacían nada a tiempo. Hailee estaba muerta porque no pudieron meterse dentro de sus malditos coches.

Cuando llegué a casa, mi temblorosa mano no atinaba a meter la llave en la cerradura, frustrándome. Era una estúpida cerradura en una puerta, y ni siquiera podía meter la llave. Al final, tuve éxito y cerré la puerta detrás de mí, dejando que la lluvia chocara con la puerta. 

Me miré en el espejo de la puerta principal, pasando mi mano por los cortes en mi mejilla. Tenía el pelo en la cara, pesándome por el agua. La ropa pegada a mi cuerpo, llena de agua y sangre. Enfadada, me quité la camiseta de Harry y la tiré al suelo con un grito.

Seguí con el resto de mi ropa hasta que quedé en sujetador y bragas. Los escalofríos recorrían mi cuerpo, me temblaba el cuerpo. Apostaba que no estaba tan fría como Hailee. Su frío, inerte cuerpo.

Tenía una guerra de emociones en mi mente. Un dolor insoportable me decía que llorara, pero no podía soltar ni una lágrima más. El creciente enfado dentro de mí rogaba por una forma de matar a Harry y vengarme. El pánico empezaba a rodearme, preocupada por lo que fuera a pasar ahora.

Tenía que salir de aquí. Hailee dijo que dejaría la ciudad si fuese yo, así que tal vez debería hacer eso. No tenía tiempo para mudarme ahora. Solo necesitaba coger algo de ropa y quedarme en un motel fuera del estado.

Cogí una vieja mochila que solía usar para cuando iba a fiestas de noches de pijamas cuando era más joven y agarré unas cuantas camisetas con un par de pantalones vaqueros dentro. Después de cerrarla, me vestí rápidamente, cogí mi monedero y corrí hacia el coche. La lluvia golpeaba contra el techo de mi coche mientras los limpiaparabrisas trataban de hacerme más clara la visión.

Una luz en el salpicadero captó mi atención, diciéndome que andaba escasa de gasolina. Maldije  bajo mi aliento y paré en la gasolinera más cerca. Todos los surtidores estaban vacíos junto con los aparcamientos. Apagué el motor del coche y metí la manguera en el agujero, mirando las ventanas de la tienda.

Un empleado parecía ser el único que había en el edificio, y por alguna razón, estaba sentado en el suelo. Mi corazón se aceleró cuando me di cuenta, y quité la manguera antes de meterme de nuevo en el coche. Harry mató al empleado. Eso significaba que él estaba en movimiento.

Planté el pie en el acelerador, ansiosa por salir de allí y de todo el pánico y la mierda por la que había pasado. Una vez que estuve conduciendo por unos buenos veinte minutos, me apoyé en el asiento y me relajé. Lo hice. Malgasté la siguiente media hora pensando en todo y luego pensando otra vez.

Mis párpados empezaron a caerse y decidí que debería encontrar un lugar donde quedarme a pasar la noche. No había muchos edificios alineados en la carretera, así que busqué por un letrero anunciando un motel. Cuando miré de nuevo a la carretera, había una silueta en mitad de la calle.

Jadeé y clavé el pie en el freno, intentando evitar a toda costa lo que fuese eso. Por un segundo, no tuve ni idea de qué hacer. Nunca había visto un venado en la carretera. Aparqué el coche, dejando las luces encendidas, y salí a la oscura y fría noche.

"¿Qué infiernos estás haciendo?" Grité sobre el ruido de la lluvia chocando contra la tierra.

"No podía dejar que mi persona favorita se fuera." La voz de Harry contestó, haciendo que todo en mí se volviese glacial. 

dEVIL [ES] ✓Where stories live. Discover now