Odio no poder odiarte

Capítulo 14

Jayson

Luke se bebió la tercera cerveza consecutiva, mientras Leo continuaba con la lata llena entre las manos y le di una mirada al lugar, sorpresivamente abarrotado. Ya había oscurecido, y suponía que eso volvía el pequeño basurero más atractivo para todo los ebrios del lugar. Una araña se deslizó sobre la madera de la barra, y suspiré, mientras movía la lata de Budweiser para dejarla pasar.

—No puedo esperar a tu cumpleaños, Jay. Beber alcohol en este basurero me esta volviendo loco.— Soltó, dando una vuelta en la banqueta de madera, y me encogí de hombros.

No me gustaba más a que a él la pequeña taberna, pero era el único lugar lo suficientemente irresponsable como para dejar que los menores bebieran sin restricciones, y beber era lo que necesitaba en esos momentos, así que podía soportar un poco de polvo.

Hablar de mi cumpleaños tampoco me agradaba, y Leo lo sabía, así que simplemente cambió el tema.

—¿Donde están los demás? Llevamos aquí casi media hora.— Miró de nuevo hacía la pequeña puerta, y por la grieta faltante de la madera se veía el camino fuera del pueblo, y los autos estacionados junto a la carretera.

—Pit tiene un partido mañana, así que no puede beber, y Chad ni siquiera se ha molestado en responder los textos, supongo que sigue follando con esa bonita morena de la universidad de Houston.

—Siempre le gustaron las universitarias.— Leo rió.

—¿Y a quién no?— Le respondió, acomodándose la vincha del cabello, que lo tenía demasiado largo, pero presentía que era solamente para romper otras de las normas de etiquetas de Saint Claire. —¿Y tú qué?— Me preguntó, dándome un golpe en el brazo.

—¿Que pasa conmigo?

—Viernes en la noche y no estás con una chica. ¿Estas enfermo?— Se burló, y aunque pude preguntarle lo mismo, simplemente me encogí de hombros.

—No estoy de humor.— Dije, y soltó una carcajada escéptica.

—Está molesto porque Allison tiene una cita con otro tipo.— Leo soltó, simplemente y de haber estado lo suficientemente cerca le habría dado un golpe.

—¿Allison? Allison.... ¿la rubia pechoslindos?— Preguntóy le di un golpe en la cabeza. —¡Ay! ¿qué acaso no tengo razón?

La tenía, y ella tenía buenos pechos, pero no me gustaba la idea de Luke notándolo, aunque era realmente difícil no fijarse en ellos. Y de repente tuve que forzarme a no pensar en eso para no tener una erección.

Quizás si necesitaba un polvo después de todo. Un adolescente excedido de hormonas sin liberar tensión era algo peligroso.

—Si.— Leo respondió, mientras mi móvil vibraba sobre la madera con la llegada de un mensaje que me apresuré a leer de inmediato.

"Jay mis padres están fuera de la ciudad. Tengo la casa para mí sola esta noche."

Leí, sin siquiera saber de quien se trataba, y volví a dejar el teléfono en su lugar. Por un breve momento había imaginado que se trataba de Allison, pero recordé de inmediato que para esos momentos ella ya estaría de camino a ver a Benson, y la idea me irritó inmediatamente.

—¡¿Eh, no vas a responder?!— Luke señaló a la pantalla. —Es una llamada sexual.

—No me interesa.

—¡Por dios! ¿Thompson qué le has hecho?— Le preguntó a Leo, mientras tomaba mi teléfono entre las manos y volvió a vibrar. —Cielos, la chica está caliente.