Capítulo 43 "Celos" (Editado)

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Empezamos a caminar hacia el lugar del almuerzo. Durante ese trayecto corto, Taylor se concentró en su teléfono y Ernesto se acercaba mucho a mi, me abrazaba y a mi hermano no le importaba; a pesar de ser corto el recorrido, se me hizo una eternidad.

Si Ernesto se hubiera fijado en mi antes, hubiera mandado lejos a Marco y me hubiera entregado mil veces a él, pero ahora todo era diferente, porque yo ya amaba a otra persona.

Llegamos  al restaurante donde todos compartiríamos una comida: un lugar de comida china.

Pedimos nuestra comida y en lo que esperábamos, mi hermano y Ernesto hablaban entre ellos. Platicaban de fútbol, carros, películas, videojuegos, etc.  Yo solo estaba en silencio y de vez en cuando opinaba sobre el tema, pero no más. 

Seguía pensando en la película y en lo mucho que me había gustado.

-Paola- dijo mi hermano. Salí de mi trance y le puse atención.

-¿Que pasa?- pregunté incrédula. Miré por unos segundo a Ernesto, quien tenía una sonrisa en la cara.

-Tengo que ir ahorita a la universidad para revisar lo de mi tesis-dijo preocupado -Ademas, nuestros padres regresaran unas horas antes y tengo que ir por ellos. ¿Te puedo dejar con Ernesto para que te lleve a casa?-

Lo pensé por un momento.

Solo sería un viaje de amigos y no pasaría nada.

-Si, esta bien- respondí sonriente.  Ernesto también se mostraba feliz de mi decisión.

Mi hermano se despidió de los 2 y se fue del lugar. Al principio se formó un silencio muy incomodo y nadie parecía romperlo. 

Nuestra comida llegó.

-Hace mucho tiempo no te veía- mencionó él. Por fin se había roto el silencio.

-Estuve fuera un tiempo- respondí sin dar detalles.

-Las personas comenzaron a decir que te habías ido por tu ruptura con Marco, pero yo no lo creí así- dijo Ernesto.

-¿Por qué no?- pregunté confundida.

-No eres tonta. No dejarías tu vida por un cualquiera- respondió.}

Solté una carcajada.

-Tienes razón-

Desde entonces, la tensión desapareció y hablamos de temas triviales. Había disfrutado los 40 minutos que estuvimos ahí. Había olvidado lo gracioso que era Ernesto, y las razones por las que traía a media escuela, detrás de él.

Decidimos que ya era hora de llevarme a casa y caminamos al estacionamiento del centro comercial. Caminamos el deportivo rojo que estaba ahí. Él abrió la puerta para mi.

Un caballero.

El camino a mi casa duró 20 minutos, y en ese tiempo, me la pasé riendo de los chistes que hacía él.  Por fin habíamos llegado y me dispuse a bajar del carro, pero él me detuvo.

-Deja que yo lo haga- dijo y se bajó del coche. Me abrió la puerta y me tendió la mano para bajarme. La acepte y caminamos juntos a la puerta de mi casa. 

Busqué la llave y abrí la casa. Antes de pasar le agradecí.

-Gracias por traerme a casa y por hacerme reír tanto-

-Me gustó ser tu payaso el día de hoy- respondió.

Reí.

-Que te vaya bien- dije.

-Espera- me detuvo -Quiero hacer algo antes de que te vayas-

Lo mire confundida pensando en sus palabras, pero en segundos me di cuenta a lo que se refería. 

Sentí sus labios sobre los míos moviéndose y me quedé quieta. Pero después de unos segundos, correspondí el beso porque era algo que deseaba desde hace mucho. Pero no sentí nada al besarle. No sentía lo que me hacía sentir Antony y sus besos.

Nos separamos poco a poco, pues me había desagradado.

Tenía una sonrisa triunfadora.

-Nos vemos luego- dijo sonriente -Espero verte otra vez-

Y comenzó a caminar hacia su auto. Vi como desapareció por la calle y yo me quedé ahí. 

Sabía que había estado mal, pero me había dado cuenta, que no quería besar a otra persona que no fuera Antony.

Entré a mi casa y comencé a hacer algunos deberes para sorprender a mis padres, pero el timbre de la puerta me distrajo.

¿Quien sería?

Aun era muy temprano para que mi familia regresara.

Abrí la puerta y vi a un Antony demasiado furioso, con el cuerpo tenso y las manos hechas puño.

-Necesitamos hablar- mencionó enojado.


POV. ANTONY

Estaba en el hospital arreglando unos papeles cuando me llegaron los mensajes de Luis.

Le había pedido que buscara a Paola y me dijera si estaba bien. Que me diera cualquier noticia referente a ella. Y me había dicho que estaban en el cine, por ende, no me preocupé, pero pedí que la siguiera observando.

Tiempo después, volví a recibir su mensaje.

Lo que vi no lo podía creer.

Eran fotos de Paola y un tipo, primero el abrazándola y hablando con ella, luego comiendo con su hermano y después estaban solos, ambos se veían sonrientes en las fotos. Pero la ultima me hizo prender en una furia horrible: Se estaban besando enfrente de su casa.

Tomé mis cosas y salí furioso de ahí, tenia que verla e investigar quien era ese tipo para partirle la cara y decirle que jamas se volviera a acercar a ella.

-Antony- dijo Diego cuando lo vi.

-Ahora no- dije quitandolo de enfrente -Tengo algo pendiente-

Salí des hospital y me subí a mi camioneta. Manejé hasta su casa, y por lo que sabía, ella estaba sola.

Me estacioné y bajé con el cuerpo tenso. Toqué el timbre hasta que ella apareció en la puerta.

Se veía tan tierna, pero ese pensamiento se esfumo cuando recordé la foto de ella y el sujeto. No podía creer que se estuvieran besando.

-Necesitamos hablar- dije enojado.



Enamorada De Mi SecuestradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora