Bueno, decía mi madre que cada acción tiene una consecuencia, y bueno, tenía que asumir la consecuencia. Aunque no me arrepentía mucho.
-¿Acaso ustedes no pueden hablar como la gente normal? Sin golpes o gritos- comentó Antony molesto -Solo las he dejado solas 5 minutos, y casi se matan-
-Ella llamo bastardo a nuestro hijo- dijo Karla tratándose de defender. Hacia la típica cara de "yo no hice nada" y se hacia la victima.
Desgraciada.
-Y ella me llamo zorra- dije a la defensiva. No iba a dejar que me echaran la culpa de algo que las dos hicimos.
-De verdad ¿no se pueden llevar bien?- Preguntó Antony intentando calmarse y calmarnos a nosotras.
Dudaba que él hiciera que nos lleváramos bien alguna vez.
Yo quería hablar y explicar las cosas como realmente habían pasado, aunque este hombre no mereciera explicaciones sobre mis actos.
-Yo no tuve la culpa- dijo Karla -Fue esta arrimada que vino a levantar falsos sobre nuestra relación, sin contar que ofendió a nuestro bebé-
De verdad que era desesperante esta mujer.
-Cállate- dijo Antony molesto -Los dos sabemos porque nos encontramos aquí, necesitas aceptarlo y dejar de creer que vamos a ser la familia con un final feliz-
Yo evitaba sonreír enfrente de ellos, pero Antony me miró y comenzó a hablar.
-Y tu eres alguien problemática que tampoco acepta la realidad. Deja de dar problemas y quédate quieta aunque sea una vez en tu maldita vida-
Nadie me iba a decir lo que era o lo que tenía que hacer.
Me molesté ante su comentario y me levanté para enfrentarlo cara a cara.
-No seria alguien problemática si no estuviera aquí contra mi voluntad y alegada de mi familia- tome aire y volví a decir -Además, ¿Saben que? Ustedes están hecho el uno para el otro, son igual de egoístas y de estúpidos-
Karla parecía sorprendida, pues dudaba que supiera del secuestro. No creo que ella aceptara que su novio secuestrara a una mujer que decía amar.
Decidí irme de ahí. No me importaba si ya había acabado de hablar o no. NO necesitaba sus sermones en mi vida.
Antes de llegar a la puerta de mi cuarto escuche un grito frustrado de Antony.
Ni siquiera era medio día y yo ya me había peleado con todo mundo, menos con Luis que nunca dijo nada. Parecía buena persona, ademas que era el único que no me había ofendido o secuestrado.
Me fije en el reloj y eran las 10:43 a.m.
¿Que haría toda la tarde encerrada aquí? Suponía que Antony ya no me dejaría salir.
Después de pensarlo como 2 horas decidí salir a buscar algo con que entretenerme. Si mi mente no me falla era Luis el que se encontraba en la cocina y al perecer estaba solo.
-Señorita Miller, no esperaba verla aquí- dijo Luis sorprendido
-Solo llámame Paola, y yo tampoco esperaba estar aquí. Necesito que me digas algo-
-Dime Paola- dijo Luis
-¿Todavía puedo salir al jardín?- pregunté tímidamente.
-Lo siento pero el señor Antony me dijo que no te dejara salir de aquí- contestó apenado.
Maldito señor Antony.
-¿Entones hay algo con lo que me pueda entretener? Ya me harté de estar encerrada sin hacer nada- comenté.
-¿Que le parece la biblioteca?-
Hasta que la casa de Antony tenía algo bueno.
-Perfecto- dije sonriente.
Me era imposible tratarlo mal, porque sabia que en intentaba ser bueno conmigo y ademas, el no me había hecho nada.
Luis me guió a la dichosa biblioteca y de verdad era gigante. Libreros por aquí y por allá, cualquier cosa que buscara, definitivamente, aquí la encontrarías.
Sin contar que había algunas mesas y sillones donde podías leer en paz. Recordé esa película que me gustaba mucho cuando era niña: "La bella y la bestia"
-Que lo disfrute- dijo Luis sacándome de mis pensamientos. Se fue dejándome sola, pero quedándose del otro lado de la puerta por seguridad
Ya no me importaba si me cuidaban o no, yo gozaría aquel lugar...
BẠN ĐANG ĐỌC
Enamorada De Mi Secuestrador
Lãng mạnSu vida parecía ser perfecta hasta que todo le fue arrancado. Un secuestro cambió el destino de las cosas. ¿Que sentirá?¿ Amor, odio o dolor? Y al final, nada sera igual...