Capítulo 4 "Promesas Falsas" (Editado)

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Definitivamente yo no iba a aprender a vivir así, sin libertad, sin nada.

No quería una vida así, yo tenia un futuro por delante.

-Si quieres que aprenda a vivir así lo mejor sera que me quites las sogas de las manos- dije calmada. Mi plan era ganarme su confianza para luego huir o matarlo, pero definitivamente no viviría así.

-Promete que no me harás daño o intentaras escapar- dijo algo dudoso

-Te lo prometo- contesté sabiendo que todo esto era mentira.

Acto seguido me soltó las manos y sobe mis muñecas por la irritación de la cuerda. Pensé en correr hacia la salida pero si lo hacia probablemente me iría peor.

-Te llevaré a conocer tu nuevo hogar- dijo Antony.

-¿Nuevo hogar? Yo ya tengo uno- pregunte algo molesta.

Yo no era un teléfono al cual podías reprogramar y seguir como si nada. Yo sentía y recordaba.

-Tendrás una nueva casa, ya que vivirás conmigo-

Yo no quería vivir con él, pero todo era mejor que estar en este maldito granero abandonado. Además sería mas fácil planear como escapar de aquí.

-¿Y que piensas que vamos a hacer? ¿Hacer como si nada hubiera pasado? ¿Vivir felices y contentos evitando el hecho de que me secuestraste y me alegaste de mi familia? ¿Eso piensas hacer? Eres un maldito estúpido- dije molesta pero fui obligada a callar me tomó de la cara de una manera brusca. Lastimaba mis mejillas por la fuerza que ejercía sobre mí.

-¡Cállate! Yo hago lo que quiera y a ti no te tiene que importar- dijo molesto.

-Cuando de trata de mi secuestro, creo que tengo derecho a que me importe-

Me soltó y tomó su cabeza en forma de desesperación. Me obligó a volver a ser amarrada con más fuerza. Él salió del granero mientras decía cosas que no entendía, ero sabia que hablaba sobre mi y mi rebeldía.

 Fue entonces cuando quedé sola y comencé a buscar algo que pudiera ayudarme en escapar de aquí. A lo lejos vi algunos vidrios rotos, los cuales podía servir para algo.

Me tiré al piso junto con la silla que aún estaba atada a mi y me empecé a arrastrar uno 4 metros hasta llegar a mi objetivo. Con gran dificultad lo tomé y corté primero las sogas de mis manos, ya que no podía ver donde cortaba, solo sentía, lo que provocó que me hiciera una herida en la muñeca, pero no me importó. Por fin mis manos fueron libres y fue mucho más fácil liberar mis pies. Miré el corte y no parecía profundo, solo dolía, pero esa no era la mayor de mis preocupaciones.

Ya libre corrí hacia la salida con el dolor de mi muñeca sangrando. Salí de aquel horrible granero y en desesperación, empecé a mirar  los distintos lugares, intentando buscar una salida o un punto donde pudiera pedir ayuda, pero fue inútil. No conocía nada de lo que estaba ahí y solo había arboles alrededor.

Al ver a muchos guardias de seguridad me alarmé. Este era mi fin, traté de esconderme de todos. Corrí hacia alguna dirección, evitando que me vieran.

Era imposible salir de ahí...

Enamorada De Mi SecuestradorWhere stories live. Discover now