Cap. 12

36.5K 3.8K 1K
                                    

12.

(LIAM)

Frustrado al no encontrar nueva información sobre el paradero de Will, Liam llamó a Chuck, su viejo amigo de la militar.

—¿Liam, eres tú? —preguntó asombrado del otro lado de la linea.

—¿Me extrañaste? —se burló—. Tengo ese efecto en las personas.

—No te equivoques Woodgeth. Extraño las misiones que me dabas.

—Creí que extrañabas a tu esposa —bromeó Liam con malicia.

La esposa de Chuck lo había dejado poco después del retiro de Liam porque, aseguraba, a Chuck le importaba más el trabajo que su vida privada. Pocos meses después encontraron a la mujer casada con el dueño de una fabrica de pollos en España. Chuck nunca la olvidó.

—No tanto como tú a tu padre —regresó Chuck con diversión—. Dale un abrazo de mi parte, hermano.

Liam soltó una carcajada contenida.

Habían pocas personas en el mundo como Chuck. Generalmente las bromas que ambos hacían ponían a las personas todas sensibleras y muchas veces les costaron horas extras de entrenamiento debajo del sol mientras todos tomaban un descanso. Pero cada una de ellas, por extraño y enfermo que pareciera, fortalecía su amistad. Como cuando Liam le preguntaba por su pierna (Chuck había perdido la pierna en una explosion) y Chuck respondía que se encontraba en el mismo sitio en el que se encontraba el sentido del humor de Liam, su capacidad de liderazgo y su centro cognitivo, seguido de un insulto a lo Chuck.

Si algo podía echar de menos de Alemania, definitivamente era a Chuck.

—Que gracioso. Me da gusto que tu sentido del humor no se haya ido con tu esposa.

—Y a mi me da gusto que no se te haya muerto esa actitud tan padre —devolvió su amigo.

Liam contuvo la risotada porque, a pesar de estar en su oficina, temía despertar a Geneden y a Luce, tenidas en la sala principal.

—Chuck, necesito tu ayuda —admitió finalmente.

—¿Es otra misión? Por favor dime que es una misión —rogó demasiado emocionado. Liam casi sintió pena al tener que decirle que no.

—Algo así... ¿Puedes infiltrarte en la base de datos de la CIA?—preguntó Liam esperando con toda el alma que el mejor hacker del ejercito pudiera ayudarle.

—¿Sigues buscando a Will, William? Deberías dejarlo en manos de la ley, esto ya no es asunto tuyo —reprochó, recordandole a Liam sin intención, una de las razones por las cuales se había hecho amigo de Will.

Cuando en la escuela militar al coronel se le ocurrió la brillante (y al parecer graciosisima) idea de unir en combate a los dos Williams, ambos simpatizaron al principio. Era fácil simpatizar con Will, él tenía ese efecto en las personas. Al final quien selló su amistad fue el descubrir los sobrenombres que tenían en sus familias: Will y Liam. De fábula.

—Sabes que no puedo dejarlo, Chuck.

—Es por la chica, ¿cierto?—intuyó.

—Está metida en esto hasta el cuello y es por mi culpa...

—Dile la verdad.

Claro, como si fuera tan fácil tomarla de la mano y decirle que de principio todo era un plan bien elaborado para atraer a Will al gobierno y él había aceptado para satisfacer sus enfermos deseos de venganza.

—¿Crees que no lo he intentado? —preguntó cansado— Sé que va a odiarme... y no... no creo que pueda soportarlo.

El silencio prolongado del otro lado de la Linea hizo que Liam se preguntara si su amigo seguía vivo.

Lucky Love (LR #3)Where stories live. Discover now