Marked. | fanfic. (libro ahora disponible en amazon)

Engañados.

19

― ¿Cómo demonios hiciste eso? ―Yo volteé a ver a Niall, que me miraba con expresión atónita.

― ¿Qué?

― Les disparaste a dos aves al mismo tiempo. ―Yo me cubrí el rostro con ambas manos.

― No lo sé.

― Además, te levantaste justo en el momento en el que pasaron enfrente. Yo nunca había visto a alguien hacer eso además de mí. ―Resoplé con fuerza.

― No sé que me pasó yo sólo... Escuché sus respiraciones. ―El entornó sus cejas y sonrío como si le contara una broma.

― ¿Estás jugando, verdad? Eso es imposible.

― Te digo que es verdad... Yo... Los escuché respirar. ―El caminó hasta las dos aves y les arrancó la flecha.

― Es que tienes talento. Lo sospechaba. ―Yo lo miré incrédula desde arriba ya que él estaba en cuclillas.

― ¿Yo? ¿Talento? Pero si soy in...

― Hey. ¿Qué te dije sobre decir eso? ―Me dijo serio. ―En el fuerte no quisieron explotar tus habilidades.

― ¿A qué te refieres?

―Claro... Por eso tú...

― ¿Por eso yo qué? ―Pregunté para que continuara. Pero el no dijo nada y se concentró en tomar las aves muertas. ―Niall.

― Olvídalo, Dian.

― Oh no, ahora tienes que decírmelo. ―Sentencié mientras cruzaba los brazos. Él ya escondía muchas cosas a mí, y esto sería la excepción. Sobre todo si se trataba de mí.

― Es muy largo. ―Dijo negando la cabeza y poniéndose de pie.

― Pues yo tengo tiempo. Digo, no tengo nada más importante que hacer más que matar pajaritos. ―El rodó los ojos y suspiró.

― Dian, este no es un tema que se trate a la ligera y no puedo sólo contártelo y ya. ―Tomó mi arco del suelo y presionó un botón para que se hiciera una espada y la guardo en el estuche de mi traje en la espalda. ― Además traerá muchas dudas en ti y seguirás preguntando, y preguntando. Vamos, tenemos que seguir.

― Yo no me muevo de aquí hasta que tú me digas a qué te refieres con todo eso. ―El giró y me miró con semblante retante. Pero yo no iba a ceder: me mantuve con los brazos cruzados y elevé ambas cejas sarcásticamente.

Él mantuvo su postura también, su mirada azul celeste retaba a la mía. El contacto visual era muy denso, y cualquiera hubiera retirado la mirada enseguida. Pero yo no. Cuando quería conseguir algo, no me dejaba vencer tan rápido.

― ¡Bien! ―Exclamó después de unos minutos y yo sonreí satisfecha. ― Pero está por oscurecer y esto tardará, vamos a buscar una cueva cerca.

*

Niall encendió una fogata y ambos nos sentamos cara a cara. Yo quería escuchar esto porque sentía demasiada curiosidad.

Él había incluido las palabras "El Fuerte" y "mis habilidades" y eso era suficiente para que yo quisiera saber todos los detalles. Algo en la manera en la que lo decía, me hacía entender que algo no estaba bien.

― Ok. Es momento. Suéltalo. ― El me miró sin expresión por unos segundos. ― ¿Qué?

― ¿"Suéltalo"? ―Preguntó imitando mi tono.

― Sólo dilo, Niall. ―Dije rodando los ojos.

― Bien, bien... Empezaré esto con una pregunta. ―Yo asentí. ― ¿Alguna vez te has preguntado por qué hace más de 100 años que mandan marcados a la Tierra y aún no estamos ni cerca de recuperar el planeta?

― Yo... ―Lo pensé durante un segundo. ―Sí, lo he pensado.

― Bien, pues yo siempre me lo pregunté y desde que yo pise este suelo me he dedicado a tratar de encontrar respuestas. Nunca me he tragado ese cuentito de la aldea porque simplemente lo considero demasiada belleza sin ningún defecto. Y para mí, es demasiado sospechoso que un día de la nada, los marcados simplemente mueran y no regresen nunca a la aldea.

― Por que mueren asesinados por animales. ―Dije obviamente.

― Pues yo no lo he hecho en 6 años, y tú misma llevas más de una semana acá afuera sin morir. Creías que morirías los primeros días que llegaste, porque tú tenías claro en tu mente que no servías para matar, ni para luchar. Pero mira lo que has logrado hoy...

― ¿A qué vas con todo esto? ―Pregunté lista para que fuera al grano.

― Tengo sospechas de que de alguna manera la aldes está ocultando algo respecto a los Yakatis. Por eso en el fuerte cada vez mandan más marcados a los cuales convencen que no tienen habilidades de supervivencia por lo tanto no los entrenan. ¿Y de qué sirve un marcado no entrenado, cómo tú? Sólo mueren más rápido. Y estoy seguro de que la aldea está consciente de todo esto. Y no lo sé... Algo hay detrás de todo esto.

― Pero... ¿Por qué harían algo así? ―Pregunté atónita.

― Es lo que he tratado de averiguar, pero no tengo nada. ―Yo torcí la boca en una mueca. ― Pero ahora que estás aquí, ambos podemos analizar lo que te han dicho en el fuerte ya que eres un claro ejemplo de que parte de mis sospechas del fuerte son ciertas. Te lavaron el cerebro haciéndote creer que no servías para que al llegar aquí, no tardaras mucho en morir.

― Eso no está por seguro, Niall. ―El me miró inclinando su cabeza.

― Estoy seguro que sí. Y hallaré pruebas. Nos han estado engañando por décadas.