Ataque.

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4

Pestañeé tres veces en un segundo. Intentaba hacer reaccionar a mi cuerpo. Ordenarle que hiciera algo, pero era como si el miedo me paralizara por completo. Cerré los ojos e intenté recordar algo de las clases.

"Cuando lleguen allá, lo primero que hay que hacer es buscar una fuente de agua potable y alimentos. Deberán buscar después, algún lugar donde asentarse cuando llegue la noche. Los mejores lugares son las cuevas, debido a la baja temperatura que hay en las noches. Deberán permanecer alertas a cualquier animal, ya que la mayoría de estos pueden camuflajearse en el follaje del bosque o de la selva. Depende del área donde sean enviados..."

Miré a mi alrededor ahora prestando atención. Pinos, robles, arboles enormes y arbustos. Sin duda estaba en el bosque. Según lo que recordaba de la clase de supervivencia, habían mencionado que el 95% de los frutos en la Tierra eran venenosos para los humanos, limitando nuestra posibilidad de alimentarnos. Pero nos habían dado una lista de frutos no venenosos y cómo identificarlos, la cual me aprendí como si se tratase del diccionario.

Caminé sigilosamente entre el césped e inmediatamente sentí el aire que respiraba más condensado al que mi sistema respiratorio estaba acostumbrado. Así que no tardé mucho en comenzar a respirar pesadamente. Caminé unos minutos sin saber que hacer primero y estando completamente alerta de cualquier ruido.

Al cabo de unos minutos sentí la lengua pegajosa. Estiré mi mano al borde de mi cadera donde la botella de agua debería estar situada. Pero no estaba ahí. Con pánico miré hacia el área y comprobé lo que mi mano no había sentido. No tenía agua. Mi cuerpo se inundó de pánico.

―No, no, no. ―dije con miedo. Y lo primero que hizo mi cuerpo fue moverse de regreso por el camino que había tomado para comprobar si por alguna gran casualidad, mi botella se hubiera caído. A medida que me acercaba al lugar donde me habían dejado yo me llenaba más de miedo.

Entonces escuché un ruido tan agudo que hizo mis tímpanos doler. Giré mirando hacia atrás para ver a 10 metros de mí una criatura color verde grisáceo, fácilmente de mi altura, con patas de ratón y un cuerpo rectangular. Volvió a gritar mostrando sus dientes enormes y peligrosamente afilados haciéndome estremecer.

Sin pensarlo dos veces me giré y comencé a huir sabiendo que la criatura me seguiría. Así que me vi obligada a correr como si de un maratón tratara.

"¡No mires atrás!" me grité internamente. Pero mi miedo era más grande que mi razonamiento y fue justo lo que hice. La criatura estaba más cerca de lo que yo quería. Entonces me di cuenta de que no estaba corriendo lo suficientemente rápido. Miré mis pies y encontré la razón en mi cadera. El arnés. Me estorbaba para correr.

―Demonios. ―musité mientras intentaba con todas mis fuerzas dar zancadas más grandes pero era inútil. Giré la vista de nuevo y la criatura estaba a menos de un metro de mí.

La siguiente zancada que di fue en vano pues una fuerza me arrojó contra el suelo por la espalda. Sentí las viscosas patas del monstruo sobre mis brazos. Luché como pude para intentar zafarme de él pero la criatura era más fuerte que yo y me estaba hiriendo los brazos. "Voy a morir" pensé.

De alguna manera mi cabeza rebotó contra el suelo y me sentí desfallecer. Pero antes de perder el conocimiento escuché el grito de la bestia.

Marked. | fanfic. (libro ahora disponible en amazon)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ