Cronicas Elementales: El Inicio

¿Sueño o Realidad?

- ¡Noooo! - desperté sobresaltada. Otra vez, el sueño en el que Noah moría a manos de la original, torturaba mi mente. Jadeando, intenté ponerme en pie. Miré a mi alrededor buscando mis chinelas, creyendo estar en mi cuarto, cuando poco a poco comencé a recordar lo ocurrido con Winter y ese pequeño mosntruo. No estaba en mi cuarto, ni en ningun otro que conociera. Abrí bien los ojos, observando el lugar. 

-¿Donde demonios estoy? -dije en voz alta. Parecia una pequeña cabaña, se veia naranja, pero probablemente era por el intenso resplandor de lo q parecia una hoguera, hundida en el suelo, contra la pared a mi derecha. Habia escasa decoracion, ni una sola foto de nadie. Si habia muchas plantas y flores, y un olor intenso a patchuli lograba entumecer mis pensamientos. Detras de mi habia una ventana, corri las cortinas y mire a travez de ella, intentando ver el exterior del lugar donde me hallaba. Solo veía muchos arboles. Nada nuevo. Bien podria haber estado cerca de mi casa o a mil kilometros. Perfecto.

Toqué mi brazo. Lo sentía débil y un poco molesto, pero por lo demas, no había rastro de la herida que esa cosa me había hecho. Creí que al menos me quedarían cicatrices, pero nada.

- Al fin despiertas querida. Si no te hubiera escuchado respirar, creería que ese kelpy te asesinó.

Me sobresalté. No me había dado cuenta de la compañía, cuando observé el lugar no habia visto a nadie. Una mujer de unos sesenta años me miraba con una sonrisa amable en el rostro, desde la puerta. No la había visto nunca, pero extrañamente, tenia una sensación un tanto familiar cuando la veía. No sabía que era, pero estaba segura que estaba a salvo junto a ella.

- Oh, que modales los míos, lo siento pequeña, mi nombre es Xian. -me dijo. Xian... Ese nombre titilaba en mi memoria, pero no recordaba porque... - Dime India, ¿te sientes mejor ahora?

- Creo... Oiga, ¿como llegué aquí? -lo primero era lo primero.

- Bueno, tus hermanas te han traído...

De allí sabía mi nombre, supuse. Nichi y Hawa probablemente acudieron a mí cuando les envié con todas mis fuerzas ese mensaje de auxilio a travez de la conexion de mentes. 

-¿Que me ha pasado? Quiero decir, lo ultimo que recuerdo es q esa cosa...

-Kelpy -me interrumpió.

- Bueno, eso -continué irritada - recuerdo que se abalanzó hacia mi amigo... Y me desgarró el brazo en el camino...

Oh Sean... ¿Donde estaba él? ¿Se encontraría bien? Comencé a sentir como la desesperación corría a travez de mi cuerpo, ocupando cada célula con su nombre. Xian pareció entender mis expresiones a lo que me contestó.

- Kelpy es el nombre del demonio de agua que te atacó. Es el fiel servidor de la original de agua, que al no poder estar a su lado, sigue a las descendientes buscando la liberacion de su ama. Su roce es mortal para ti, al herirte inyecta una especie de veneno que recorre tu cuerpo, quitandole el calor, haciendote sentir que te consume. Tu amigo esta bien, pero creo que en cuanto regreses deberas hablar con él. Vió muchas cosas inexplicables. Gracias a Dios, tus hermanas llegaron a tiempo, y sabiendo lo que te podría haber pasado, te trajeron conmigo, yo te he curado. -terminó satisfecha. Parecía orgullosa de si misma.

- ¿Pero como...?

- Una herida así, tan solo podía curarse con tu elemento vital, el fuego. Rodeé tu brazo con brazas ardientes, las encendí con un... líquido especial, algo que solo se encuentra en un lugar en el mundo, y es lo unico capaz de ayudarte.

Esperé en silencio a que me diga cual era ese líquido, pero nada. Tan solo se limitó a mirarme. 

- Digame, ¿usted como sabe de mis hermanas y yo?