-Capitulo 17-

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Pues, se lo había contado a un desconocido mi secreto más oscuro. ¿Qué me pasaba? Bueno, además de lo obvio. Después de eso, no iba a acercarme dentro de doscientos pies a Niall si podría evitarlo. ¿Iría él a la escuela y se lo contaría a todos que soy una rara y una tonta?

Me quité los pensamientos de la cabeza. Me dolían los brazos y tenía que sentarme bien. Por un minuto me sentí mareada y entonces desapareció.

Greg estaba corriendo a toda velocidad para el columpio vacío. “Niall, ¡ven a empujarme!”

Niall obedeció y pronto la actitud de Greg me infectó. Estaba moviéndome las piernas, columpiándome, y disfrutándome del sonido de las risas de Greg.

“Bueno, pues, niñito Tú puedes columpiarte solito por un rato. Se me han cansado ya los brazos,” dijo Niall.

Greg intentó darse la vuelta en el columpio para mirarle a Greg, pero no podía. “¿Niñito? ¡No soy un niño! ¡Soy un hombre! ¡Díselo, ______!”

La determinación en la cara de Greg era evidente y no podía sino reírme.

“Tiene razón, Niall. Greg es un hombrecito, no un niño.” Niall se río, “Si tú lo digas.”

Una expresión triunfante se asomó a la cara de Greg mientras decía, “¡Ya te dije! Soy un hombre, no un niño.” La tensión entre Niall y yo parecía desaparecer cuando estaba Greg.

Habíamos estado columpiándonos por cosa de media hora cuando Greg se paró por arrastrarse los pies. “Tengo hambre.”

“¿Qué quieres comer?” le pregunté.

Greg lo pensaba, pero era Niall quien me contestó. “Tengo muchas ganas de comer a Chick-Fil-A.”

“Pero está en Wilmington, a cuarenta minutos de distancia en coche si obedeces la velocidad máxima,” le indiqué.

Me sonrió con satisfacción y dijo, “A mí no me importa. ¿Y a ti, Greg?” “¿Para Chick-Fil-A? ¡Claro que no! ¡Vámonos!”

“Sólo esperamos a que ______ decidiera ir con nosotros.” Niall me miraba como si dijera, te reto a decir que no a este niño.

Eché una sola mirada a la cara expectante de Greg y sabía que los dos hermanos ya habían hecho mi decisión. Me puse de pie. “Pues, vámonos si es que vamos a ir.”

De camino, Greg hablaba sin cesar. Literalmente habló por casi el trayecto completo. Ninguno de nosotros podíamos meter ni una palabra. Hablaba de cualquiera cosa y de todo.

Estábamos a unos minutos del restaurante y Greg había estado callado por sólo unos minutos. “______, ¿te puedo hacer una pregunta?”

“Eso sí, Greg.”

“¿Dónde está tu madre?”

Su pregunta me quitó la respiración. Venía de la nada. Por supuesto, Greg querría saber dónde estaba. Solamente había visto a mi padre. “Pues… ella...,” lo intenté, pero no podía pensar. Necesitaba pensar de algo rápidamente. “Ella ya no vive por aquí.”

“¿Por qué? ¿No te quiere ver, ______?”

De repente las palabras me vinieron. “Ves, Greg, mi madre y padre están divorciados. Por eso, mi madre se mudó cuando consiguió un trabajo nuevo. No éramos unidas, por eso me quedé con mi padre.” Esperaba ansiosamente que eso parara las preguntas.

“Oh,” fue todo lo que dijo.

Niall, para aligerar el momento cuando aparcamos, le contó a Greg que podía irse a jugar después de que comiera, lo que le devolvió su sonrisa.

Una vez dentro pedimos y fuimos a una mesa con bancos al lado de la ventana para que pudiéramos verle a Greg jugando más tarde. No sabía si me alegraba o no de que iba a estar a solos con Niall más tarde. Lo que sí sabía era que no quería que Greg me hiciera más preguntas acerca de mi madre.

Comí sin hablar. Dejé que Niall y Greg hablaran. Me hacía mucho bien ver a los dos hermanos disfrutándose juntos. Greg terminó de comer rápidamente y se fue para jugar.

Por los primeros momentos, nuestros ojos lo siguieron. Entonces Niall me preguntó, “¿Dónde está tu madre?”

“No es asunto tuyo.” Intenté hablar firmemente, pero en vez de eso mi voz me parecía frágil.

“Vale.”

¿Vale? ¿Eso fue todo? Eso quería decir que Niall Horan se daba por vencido en eso de hacerme hablar? Tal vez debía anotar eso en mi calendario.

Nos sentábamos en silencio cuando tres personas llegaron a nuestra mesa. Reconocí la rubia baja como la chica que estaba al armario de Niall el otro día, pero no conocía a los otros.

La rubia habló y otra vez me bajé la mirada. “Pensé que hoy era un día sólo para ti y para Greg. Ya sabes, sólo hermanos.” Por su voz, sabía que estaba enojada.

Todo lo que Niall dijo fue, “Sí, lo es.” “Entonces, ¿qué hace ella aquí?”

Oh, cómo quería poder salir. ¿Por qué había venido con él? Sabía que si mirara por arriba, vería lo que más temía en los ojos de la rubia.

Dulzura. ~Niall y Tu~ TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora