-Capitulo 4-

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La cola se iba disminuyendo y tomé mi lugar. Despacio, pude acercarme hasta donde, entre los otros niños, me esperaba Greg. Él estalló en una sonrisa cuando me vio. Corrió al coche y saltó adentro.

“¿Cómo te fue el día?”

“¡Increíble! ¡Un hombre, Kaleb, vino y trajo una serpiente! ¡Fue muy emocionante! ¡Hasta pude sostenerla por un rato! Todos lo hicimos. ¡Debías haber estado allí, Niall!” Me sentía bien al oírlo tan emocionado por algo. Lo había pasado muy mal después de la muerte de nuestra madre. Nuestro padre, por supuesto, lo había pasado aún peor.

“Pues, definitivamente tu día fue mucho mejor que el mío.” Su sonrisa pareció ampliarse.

“¡No veo la hora de contárselo a los chicos!” Yo me reí y, jugando, le despeiné el pelo un poco. “¡Oye! ¡Qué vas a alejar a las chicas si me pongas el pelo despeinado!” me gritó.

Yo me reí, “Bien sabes que no hay ‘chicas’ a la pista cuando practicamos. Por encima, si se enteraran que hoy tocaste una serpiente, no se te acercarían.” Parecía considerarlo mientras nos acercábamos a la escuela secundaria.

Por fin, mientras yo estaba aparcando el coche, habló. “Bueno, pues, ¡no te atrevas a decírselo!” Me reí y le aseguré que no haría tal cosa. Greg sólo tenía siete años y a él le encantaba hacerles reírse a las chicas. No importaba cuántos años tuvieran. Si fueran bonitas, flirtearía como loco.

Entramos a la pista y Greg corrió al vestuario para contar lo de la serpiente a los chicos. Lo seguí y empecé a cambiarme de ropa para la práctica. Podía oír su rendición entusiasmada de la historia, pero esta vez la serpiente era mucho más grande que cuando me lo había contado.

Sonreí a Greg quien intentaba como loco impresionar a los otros jugadores. “Basta, Greg, tenemos que irnos a practicar. Vete a encontrar un asiento.” Obedientemente salió corriendo.

Practicamos sin descanso por dos horas duras. Mientras iba de camino a casa, me sentía rendido. Me hacía sentirme aún más cansado saber lo que estaba por venir. Greg entró corriendo, probablemente para contárselo a nuestro padre lo de la serpiente. Tal vez nuestro padre estaría de buen humor. Lo dudaba mucho.

Entré a la cocina para empezar la cena. Nuestro padre siempre se comportaba normalmente con Greg. Parecía un poco alegre y no tan deprimido. Tal vez Greg podía servirle de motivo por retomarse la vida.

POV ______.

La hora había llegado. Era hora de ir al partido y mi padre no podía haber sido más alegre de verme fuera de la casa. Su entusiasmo se hacía muy evidente al estadio. Creo que era la persona más ruidosa allí.

Me concentraba en el partido, pero no podía encontrar las fuerzas para gritar y aplaudir. Me quedé callada por los tres tiempos y el descanso. Probablemente era la única persona callada. Me sonreí a la ironía de mi padre y yo.

Mi padre vio mi sonrisa y me dio un abrazo grandísimo. “Te quiero, cariño. Gracias,” me susurró al oído. Le devolví el abrazo. Parecía como si estuviera asfixiándome con su abrazo.

“Papá, no puedo respirar.”

Me soltó, me sonrió, y volvió a concentrarse en el partido. Naturalmente,por lo menos eso esperaba, mis ojos estaban atraídos a Niall. Me puso muy enojada ayer. Me hizo hablar y entonces tenía las agallas de reírse de mí. No quería que llegara el día de mañana para nada. No lo quería cerca de mí.

Me di cuenta de que había un niño sentado en el banco con los jugadores, observando el partido atentamente. Tenía el pelo negro y la cara de Niall. Tenía que ser su hermano pequeño. Pronto mis ojos volvieron al hielo y seguían a Niall mientras patinaba sobre la superficie helada. Metió un gol con tres segundos restantes en el último tiempo para ganar el partido. El público se volvió loco. Me sonreí y aplaudí.

“Fue un partido muy bueno,” mi padre comentó de camino a casa. “Eso sí.”

Paramos a McDonald's para comer rápidamente. Por supuesto tuvimos que entrar para comer. Una vez sentados, mi padre me preguntó, “¿Tienes planes para este fin de semana?”

Intenté no suspirar. “Alguien viene a nuestra casa mañana.” “Oh, ¿sí?” Estaba demasiado alegre con eso.

“Sí. Tenemos que trabajar en un proyecto.”

Miré hacia la puerta cuando se abrió y vi a Niall y a su hermanito. El niño hablaba animadamente sobre algo y Niall se rió.

“¿Cariño?” Yo le miré a mi padre por un segundo y entonces volví mi mirada hacía mi comida.”

“¿Qué?”

“¿Quién viene a nuestra casa?” “Sólo es un estudiante.”

“Pues, ¿cómo se llama?”

“Niall. Es el número once en el equipo de hockey.”

“¿De veras? Es un jugador muy bueno. Me encantará conocerle.”

Eso me tomó por sorpresa. “¿Por qué necesitas conocerle?” pregunté en voz baja.

“No necesito hacerlo, pero voy a hacerlo.” “Su hermanito estará con él.”

“Bien.”

Yo tenía un nudo en mi estómago. Algo malo estaba por pasar.

Dulzura. ~Niall y Tu~ TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora