-Capitulo 13-

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Niall_

Mis recados de veras no eran recados. Necesitaba limpiar la casa y siempre era más difícil cuando Greg estaba. Volví a casa y papá ya estaba borracho. Cuando empecé a limpiar, por supuesto causaba ruido y lo enojó.

“¡Ya me gustaría que no hicieras tanto jaleo! Tú madre nunca hacía tanto ruido al limpiar la casa.” Continuaba farfullando mientras yo trabajaba por la casa, ignorándolo.

Dos horas más tarde, la casa estaba limpia de pies a cabeza. Estaba rendido pero me restregué por la escalera para ducharme. Necesitaría pasar por el supermercado hoy también. Sintiéndome algo renovado, salí de la casa después de tomar una tarjeta de crédito de la billetera de mi padre que estaba en la encimera de la cocina.

Tal vez seguiría la sugerencia de ______ y haría algo para mi mismo. No parecía molestarle en absoluto cuidar a Greg. De hecho parecía más feliz verle a él que verle a mí. Suspiré. Quería tanto volver a tocarla o sentirla mirarme. Está mañana por poco no me ahogué en sus ojos marrones. ¿Qué tenía ella?

Sacudí la cabeza mientras atravesaba los pasillos del supermercado, recogiendo algunas cosas aquí y allá. Una vez que tenía mucha comida congelada que fácilmente se calentaría en el microondas y algo de carne para tener una cena de verdad unas noches a la semana, fui para el cajero.

Después de dejar las compras en casa, hice lo que ______ había mandado. Iba a tomar algo de tiempo para mí de la única manera que sabía hacerlo. Agarré mis patines y me fui para la pista de hielo.

Como esperaba, estaba vacía. El entrenador siempre dejaba las puertas abiertas en caso de quisiéramos entrar. Me puse los patines y empecé a patinar sobre el hielo, de vez en cuando hacía un suicidio. Me gustaba la picadura del aire y el sonido del hielo al ser cortado por las cuchillas de mis patines. Para mí, no había nada como patinar por el hielo tan rápidamente como podía. Una vez rendido, me fui para el vestuario y me duché. Me vestí la ropa limpia que tenía en mi armario.

Afuera me encontré con la oscuridad. ¿Por cuánto tiempo había estado allí? Debía irme para la casa de ______. Greg podría estar preocupado; el plan era recogerle después de unas pocas horas. Unos minutos más tarde, me aparqué en la calle, me fui a la puerta, y toqué tres veces.

Adentro las luces estaban apagadas. ¿Dónde estaban? Saqué mi teléfono en el mismo momento que alguien llegó y se aparcó en el garaje. Llegando hasta allí vi a ______ y a Greg salir del coche.

Greg vino corriendo y lo recogí. “¿Qué pasa, hombre?”

“¡Hoy ha sido el mejor día de todo tiempo! Fuimos a ver Cars 2 y entonces fuimos a McDonald´s. Nadie estaba en el cuarto de jugar y quería alguien con quien jugar y, ¿sabes qué?”

“¿Qué?”

“¡______ jugó conmigo! Jugamos por una hora.” Greg se acercó y susurró en mi oído, “Nunca he visto a nadie reírse tanto.”

Le sonreí y seguí a ______ quien entraba por la puerta de al lado que daba a la cocina. “Me alegro de que ustedes se divirtieron tanto.”

“¡Ni siquiera he terminado, Niall!”

“Bueno, pues, cuéntame. Te estoy escuchando.” Nos sentamos en el sofá y Greg continuó con su cuento. Noté una bolsa grande enfrente de ______.

“Entonces nosotros fuimos a Cold Stone y compramos helado. ¡Estuvo riquísimo! Después, ¡fuimos a Toys-R-Us! ¿Y sabes qué? ¡______ me dejó comprar algunos juguetes!”

Greg saltó del sofá y empezó a sacar varios juguetes de la bolsa, exclamando sobre cada uno. Miré a ______ quien sonreía al entusiasmo de Greg. “No debías haberlo hecho.”

Greg perdió su sonrisa y me miró con ojos entristecidos. Cuatro palabras y estaba molesto. “Me puedo quedar con ellos, ¿verdad, Niall?”

“Por supuesto que sí,” dijo ______. Así como así, la sonrisa de Greg volvió y empezó a sacar los juguetes de sus envolturas. Había un coche de control remoto, dos o tres muñecos, y un videojuego. Ver cuánto dinero ______ había gastado en Greg me ponía incómodo.

“______, ¿puedo tener un Pepsi?” preguntó Greg. “Por supuesto,” ______ empezó a ponerse de pie.

“Greg, debemos irnos a casa,” interpuse. ______ se sentó, parecía desinflarse.

“Ah, aún no, Niall. ¡Por favor! ______ dijo que podíamos jugar,” Greg rogó.

La voz suave y callada de ______ había regresado. “Podemos jugar el lunes después de la escuela, Greg. Si tu hermano te dice que es hora de irte, debes escucharlo.”

Greg me fulminó con la mirada y su puso de pie para despedirse de ______ con un abrazo.

“¿Qué tal si dejes el coche aquí para que yo pueda alistar todo para el lunes?” ______ le sugirió.

Asintió con la cabeza y empezó a devolver todo menos el coche al bolso. Al ver las expresiones tristes de ______ y de Greg, me sentí horrible.

“¡Cariño! He regresado,” tronó la voz de Mike en la casa. Entró a la sala. “Hola, ¿qué pasa?”

Dulzura. ~Niall y Tu~ TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora