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Sadie:

Me coloco el blazer blanco junto a la falda en pliegues del mismo color y bajo las escaleras, me encuentro con papá, quien me detiene.

—¿Saldrás?

—Parker esta de nuevo en las carreras, quede con el.—Contesto.

—Tu madre...—Se detiene al verme.

Paso de largo y su voz vuelve a pararme.

—Cariño, si necesitas hablar.

Sonrio a medias.—Lo se, papá.



(***)



Aunque lo del accidente ya es parte del pasado de Parker, mi corazón no deja de acelerarse cada vez que el Kart apenas visible de mi novio pasa por un curva o incluso al estar cerca de otro Kart.

Mitch ocupa el asiento junto a mi, esta vez estoy viendo la practica en las gradas.

Me entrega un café helado, el cual le pedi que me trajera.

Lo recibo.—Gracias.

—Estas fuera de la cama, es buena señal.

—Eso debo creer.

—¿Nerviosa?—Me examina.

—Mi novio casi se mata aqui, si, lo estoy.

—¿Y es solo es?

—Si, Mitch, es solo eso.



(***)


Parker me besa en su coche despues de que el día se termina, aun estamos a las afueras del sitio de carreras y tengo el blazer en el asiento trasero, mientras sus manos se encuentran colgándose dentro de la blusa, jadeo cuando me toma uno de los senos y aprieto mi agarre en su hombros, separando nuestras bocas un segundo.

Su mano cae y trato de no pensar mucho, pero algo me delata.

—¿Tan mal lo hice?

Se ríe y lo miro.

—Lo siento, no puedo concentrar...—Cierro los labios.

—¿Concentrarte?

Trato de actuar normal, acomodo mi cabello detrás de mi oreja y le sonrio.

—¿Qué te dijeron?

Sin embargo me responde.—Vuelvo a estar a prueba, compito con ya establecido y si llego en los cuatro primeros.

—Lo lograras. —Le interrumpo.

A uno al menos que le vaya bien.

Su expresión no cambia, no enseguida y sin darme cuenta bajo la mirada, el me coge del mentón y me lo levanta, consiguiendo que nuestras miradas se enfrenten de nuevo.

Parker suspira.

—¿Tienes que llegar temprano esta noche?

Parpadeo confusa y el sonríe.

—Lo tomare como un no.

Enciende el coche.

—Espera... ¿A donde...?

—A un lugar donde necesitas estar.



(***)


El "Rage Room".

Observo la estructura del lugar que recuerdo bien y me vuelvo hacia Parker, quien se acerca a la puerta.

Es tarde, al parecer ya cerraron.

—Ya es más del horario.—Insiste el hombre de la puerta.

—No, apenas son las 9.

—Y cerramos a las 9, a partir de las 9:01 ya no hay atención.

—Usted lo dijo.

El hombre arquea una ceja.

Por favor...

Abro mucho los ojos cuando lo pide más calmado y mi corazón se acelera.

—Ella lo necesita.—Me señala.

Mi cara arde, pero cuando el hombre me ve termina desistiendo de su decisión, Parker regresa a mi lado y tira de mi hacia el interior con rapidez, asegurando "Antes de que se arrepientan"

Nos dan los enterosos de la última vez y mi novio llena los datos, para luego acercarse a mi.

—¿Por qué sonríes?—Le pregunto.

—No tienes la misma expresión del día que te traje aqui, ni has rechazado los enterizos, reina.

Mi cara arde.

—Parker...

—La habitación esta lista, disfruten sus 40 minutos de ira.—Nos dice la mujer detrás de la mesa de la recepción.

Parker da un paso, pero lo detengo y enseguida mis labios tocan los suyos, solo es un beso suave porque retrocedo.

—Gracias por esto y yo...

—Si dirás que lo aprecias y no es necesario, te digo que en serio lo es..

—No iba a decir eso. Bueno no asi, yo... Gracias.—Termino.

—Agradéceme cuando hayas destruido toda la habitación.—Me pide haciéndome reir.


Nos leemos.

>>Yiemir.

En los neumáticos de la bestiaWhere stories live. Discover now